El Ayuntamiento de Barcelona ha empezado la tala de las 58 encinas del Tibidabo, dónde se instalará la montaña rusa. Se ha hecho con la oposición de los vecinos, que se manifestaron, y de la Plataforma SOS Tibidabo, que llevó el caso a la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia, puesto que la tala ha empezado antes del plazo legal, fijado para el 25 de abril.

De todos los árboles, el consistorio prevé que una treintena no se puedan recuperar. Son los que tienen un tronco inferior a los 16 cm de diámetro. Los trituraran y los restos se desperdigarán por el bosque. Las otras encinas, otra treintena, se arrancarán, se transplantarán en un vivero y, al finalizar las obras, volverán a su lugar.

Tita Cervera se encadenará

Aun cuando el Ayuntamiento ha asegurado que «sólo» serán 58 encinas las que se talen, SOS Tibidabo afirma que son 250 los árboles que caerán a tierra para que la nueva montaña rusa, que iniciará su actividad en noviembre, pueda entrar en funcionamiento.

Por su parte, la baronessa Thyssen, Carmen Cervera, asegura que se volverá a encadenar. Tal y como hizo en el madrileño Paseo de Recoletos para evitar la tala de árboles prevista por el alcalde Alberto Ruiz Gallardón, la ecologista coleccionista de arte se atará a una de las encinas del Tibidabo para manifestar su indignación e intentar evitar la tala de árboles.

Su acción está prevista para hoy, han informado fuentes de SOS Tibidabo. El Ayuntamiento asegura que se plantarán 190 árboles nuevos, un centenar de los cuales son grandes, 45 medios y 45 pequeños. El coste de la operación es de 300.000 euros.