Los hechos ocurrieron a plena luz del día, sobre las 12,30 horas del pasado 8 de agosto de 2017, cuando el acusado se acercó a la menor cuando paseaba ella a su perro por una calle de Granada, según consta en la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press.
Tras acariciar al animal, el acusado acarició el brazo derecho de la pequeña y, "actuando con ánimo libidinoso", introdujo su mano por el cuello de la camiseta que vestía la niña, dentro del sujetador que llevaba puesto, y comenzó a tocarle y acariciarle los pechos.
El acusado le pidió reiteradamente que se sentase junto a él en un escalón, próximo a unas cocheras existentes en la zona, a lo que la niña se negó. Muy asustada, consiguió zafarse del acusado y abandonó corriendo el lugar de los hechos, tras lo que comentó lo sucedido a sus familiares más cercanos. La madre lo denunció en dependencias policiales ese mismo el día y en el Juzgado de Instrucción unos días después.
La Audiencia ha condenado a esta persona por un delito de abusos sexuales a la pena de dos años de prisión y a la prohibición de comunicarse o acercarse a la menor, su residencia o centro educativo a menos de 300 metros durante cuatro años. Además deberá indemnizarla con 3.000 euros.
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