Según ha informado Tirme en un comunicado, el objetivo es "dar un paso más en sus estrategias de sostenibilidad" y apostar por una economía circular que "contribuya a la protección del medio ambiente".

"El empleo de energías verdes en el sistema de tratamiento de residuos, con la consiguiente reducción drástica de la huella de carbono, constituye un ejemplo práctico de esa economía circular que impulsa la eficiencia y el empleo responsable de los recursos naturales", han argumentado.

Según han concretado, el consumo anual estimado es de 2,9 GWh/año, que se reparte entre la planta de valorización energética, el Parque de Tecnologías Ambientales y las cinco estaciones de transferencia distribuidas por la isla.

Tirme es el primer productor de Baleares de energía renovable gracias a la planta de valorización energética de Son Reus. Esta energía eléctrica se vierte a la red, y sus ingresos se destinan a reducir la tarifa pública del tratamiento de residuos urbanos.

En 2018, Tirme vertió a la red eléctrica 272 GWh, que corresponden al consumo de 53.000 hogares, de los cuales 136 GWh fueron de energía renovable. Además, Tirme produce energía fotovoltaica en sus instalaciones de Marratxí (Cases de Can Canut) y Calvià (Estación de Transferencia).

En los últimos años la empresa también ha ido renovando su parque móvil, y a día de hoy casi el 90% de su flota de vehículos se mueve con energías limpias. Se evita así el consumo de 26.000 litros anuales de combustibles fósiles.