Buena parte de los estudiantes aseguran que ir a clase es aburrido, monótono y una pérdida de tiempo. Tal vez sea así porque ellos quieren.
El hecho de que la educación presencial sea una obligación hasta cierta edad ha contribuido a generar esos prejuicios. Basta que exista una norma, para aborrecerla y tratar de no cumplirla.Todo requiere un esfuerzo, y para que algo sea productivo hay que ser receptivo. Las clases pueden ser mucho más amenas y útiles de lo que solemos pensar. Basta con querer aprovecharlas.
Es una pena perder tanto tiempo de información, comprensión y aprendizaje, cuando todas esas horas de dedicación podrían evitar que dediquemos más tiempo al estudio en casa, con la dificultad y presión que eso conlleva.
LAS CLAVES
Optimismo: La actitud es esencial a la hora de sacar el máximo rendimiento al estudio. No se puede ir a clase pensando que va a ser un rollazo, que no se entenderán los conceptos y que no servirá para nada, porque así es imposible obtener buenos resultados. El receptor de un mensaje es tan importante o más que el emisor, ya que capta lo que quiere captar del mensaje.
Continuidad: Es muy importante asistir a clase de forma habitual. Perderse tan sólo una o dos horas de información puede entorpecer el seguimiento de la materia y desmoralizar hasta el punto de verse totalmente perdido y no acudir más.
Compañeros: Más vale solo que mal acompañado. Las clases están hechas para adquirir conocimientos y facilitar el estudio posterior. Ya habrá tiempo para charlar con los compañeros a la salida, entre clase y clase o en la cafetería. La ubicación en el aula es esencial, procura rodearte de personas que no te distraigan y, si hace falta, sepárate de tu grupo de amigos.
Apuntes: No sólo son indispensables a la hora de estudiar en casa, sino que ayudan a mantener la concentración. Si no tomas notas, lo más natural es que tu mente desconecte, te distraigas con infinidad de pensamientos y dejes de escuchar al profesor. Aunque no te parezca necesario, escribe, apunta las palabras clave o haz esquemas para obligarte a prestar atención. Si te pierdes, deja un espacio y continúa. Preguntar o copiar una frase de los apuntes de al lado puede hacerte perder el resto de la clase, además de molestar al compañero. Déjalo para cuando ésta termine.
Hábitos: Duerme y desayuna bien, apaga el móvil, sal de casa con tiempo... No dejes que el hambre, el sueño o una mera distracción de unos cuantos minutos te haga perder la clase.
Información: Aunque te parezca que no entiendes nada en una clase, debes seguir prestando atención y cogiendo apuntes. Si sigues recopilando información, más tarde con una lectura en casa es posible que lo contextualices y acabes resolviendo tus dudas.
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