Se quedó embarazada, quería abortar y en el hospital le dijeron que para practicarle un aborto terapéutico tenía que denunciar a su marido (uno de los supuestos legales es la violación).
Según la sentencia, «existen pruebas suficientes de que las relaciones sexuales fueron consentidas» y, además, en el parte de urgencias del hospital al que acudió tras descubrir su embarazo «consta que no presentaba lesiones corporales y que su gestación era normal».
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