Si tu primera boda fue por lo civil, en una ceremonia íntima, alejada de todo medio de comunicación y con únicamente los seres más queridos cerca, lo más normal, si eres Zoe Kravitz, es que la segunda vez que la celebras sea por todo lo alto.

La hija del legendario Lenny Kravitz optó (como Joe Jonas y Sophie Turner) porque fuera en Francia, en la mansión del siglo XVIII que su padre tiene desde hace 13 años en uno de los más prestigiosos barrios de París y que está decorada, amén de por el siempre reconocible estilo arquitectónico francés de la época, con una escalera de mármol central, con obras de Andy Warhol y Jean-Michel Basquiat o guitarras míticas.

Y hasta allí hizo movilizarse la actriz de Big Little Lies a una lista de invitados VIP en la que a cada segundo llegaba alguien más y más importante en la industria del espectáculo y el show business y que tuvieron que acatar la orden de Lenny Kravitz para su casona ("zapatos fuera"), aunque luego agasajara a los invitados con las botellas de Dom Perignon de su bodega.

Zoe Kravitz  y el también actor Karl Glusman se han dado por segunda vez los "sí, quiero" el pasado sábado. Ellos llevan saliendo desde 2016 y se casaron oficialmente en mayo de este 2019.

Este es el primer matrimonio para ambos, así que todo tenía que salir perfecto. Comenzó la celebración el viernes por la noche, con una cena y posterior fiesta en uno de los locales más selectos de la capital franacesa, el restaurante Lapérouse.

Según el copropietario, Grégory Lentz, le contó a People, fue una noche "tremendamente divertida" que, cuando él se fue, sobre las 2 de la madrugada, ellos aún estaban con los tequilas.

El outift que eligió la hija del músico y de la actriz Lisa Bonet para esta preboda, de hecho, ya se ha convertido en icónico: se trata de unas mallas de ciclista blancas combinadas con un top de seda y un vestido de cóctel hecho a ganchillo y con perlas firmado por el diseñador Danielle Frankel.

Y hasta el restaurante fueron llegando los invitados, que por la cantidad parecían estar acudiendo a algún tipo de gala de premios: sus compañeras de reparto en la serie de HBO Reese Witherspoon, Laura Dern y Shailene Woodley; las parejas formada por Cara Delevingne y Ashley Benson y Aaron y Sam Taylor-Johnson; intérpretes de la talla de Denzel Washington, Eddie Redmayne, Annabelle Wallis, Chris Pine, Jason Momoa o Donald Glover.

Su padre, de hecho, compartió en sus redes sociales una hermosa fotografía abrazando a su hija, lo que recibió comentarios de Jennifer López ("¡Enhorabuena, nena"!) o Penélope Cruz, que escribió "Podría llorar", parte final de una frase común en inglés que vendría a decir "es tan bonito que podría llorar".

Para la boda, que fue al día siguiente, también asistieron muchos otros, como las actrices Nicole Kidman (también compañera en Big Little Lies), Marisa Tomei o Goya Toledo, que acompañó a su marido, Craig Ross, guitarrista de Kravitz.

Zoe Kravitz misma contó que estaba comprometida en una entrevista en la revista Rolling Stone en noviembre del año pasado. Ahora, con 30 años, contó a la Vogue británica cómo se conocieron.

"Me encanta porque no fue ni en una aplicación ni en un set de rodaje", comenzó explicando, antes de, quizá, contar demasiado. "Un amigo mío sabía que yo quería conocer a alguien. Tampoco para tener nada serio, solamente algo de sexo, para ser sincera, y él me trajo a Karl", aseguró.

"Instantáneamente sentí algo, pero de repente se giró y se puso a hablar con la chica rubia que estaba a su lado y yo dije, 'Espera, ¿qué?'. Luego ya me dijo que lo hizo porque estaba nervioso", rememoró.