En algunas ocasiones, sobre todo con ciertos profesionales del sector (otros, no tanto), parece que los y las periodistas son entes que viven dentro de la pantalla y que no tienen una vida detrás que les acoge, les apoya y les da fuerzas.

Suele ocurrir con los presentadores y presentadoras de informativos o magacines, personas que traen las noticias a casa o median entre las distintas opiniones sin que sean nunca ellos y ellas el hecho relevante y noticioso. Personas como Susanna Griso.

Pero en la mañana de este jueves, esto cambió. La catalana abandonó el plató de Espejo Público en directo en cuanto supo la terrible información que acaban de comunicarle al programa: su hermana mayor había muerto de un infarto, lo que se sumaba al reciente fallecimiento de otro hermano de Susanna.

Inmediata y repentinamente, Griso se marchó a la ciudad condal, donde residía su hermana, dejando a los espectadores desconcertados hasta que se supo el motivo, más que comprensible, para su fuga.

Fue un momento para que los televidentes pensaran algo que no suele venir a la mente: esas personas tienen vida privada, no sé nada de las personas a quienes confío la información que recibo. ¿Quién es Susanna Griso?

Susanna Griso, barcelonesa  de 49 años, es la menor de siete hermanos. Sus padres, Paco Griso y Montserrat Raventós (que falleció hace apenas dos años de un ictus que sufrió tres años atrás), tuvieron las muy comunes familias numerosas del baby boom.

Paco Griso se dedicaba a la industria textil y siempre le decía a la benjamina de la casa que nunca se pensara que había sido un accidente al ser la última en llegar. "Soy la menor de siete hermanos y me chinchaban sin parar. Con la que menos, me llevo nueve años", explicó en una entrevista al diario El Mundo. "Yo le decía a mi padre que era el accidente y él me corregía: 'No, la sorpresa'", contó.

Ella nació, puesto que su familia por parte materna estaba emparentada, en la masía del Can Codorniú, dueños de la famosa empresa de cava y vinos. De ahí que gran parte de su infancia la pasara entre viñedos. "Íbamos mucho a comer allí. Mi infancia está muy asociada a las bodegas", reveló a Vanity Fair.

A pesar de la diferencia de edad con sus hermanos y hermanas, la ganadora del Premio Ondas a Mejor Presentadora en 2010 y 2017 siempre se ha llevado bien con ellas y ellos y hasta aseguró en su Instagram un Día del Padre que aprovecharía ese día también para rendirles homenaje.

Desde 1996 está casada con el también periodista y productor de televisión Carles Torras Dalmau, también barcelonés (de 1967) y quien se ha labrado fuera de los platós una carrera exitosa a los mandos de programas como Conexión Samanta o Hay una cosa que te quiero decir.

El matrimonio tiene tres hijos, dos de forma natural, Jan y Mireia, ambos en la adolescencia (16 y 14 años), y Dorcette, su hija de origen africano (Costa de Marfil) con la que ha estado desde hace ocho años en proceso de adopción hasta que finalmente accedió en 2018.

Dorcette, que se ha vuelto la alegría de la casa, dice Griso, consigue que la pareja de periodistas no pare las 24 horas. "Es una niña muy vital, muy feliz, muy alegre y nos tiene a todos bailando mambo en casa... Eso viene bien, aunque ahora no tenga descanso. Tengo una jornada de prácticamente 14 horas non stop", comentó en El Mundo.