Según una nota de prensa de la Comandancia gijonesa, los animales vivos rescatados no sobrevivieron debido al estado en el que se encontraban.

Los hechos ocurrieron el pasado día 20, cuando supuestamente arrojó los animales a un contenedor de basura situado en el aparcamiento de la Playa de Toró (Llanes), en el caso de los perros, tres cachorros de de raza 'pointer' de unos diez días de edad.

Un viandante escuchó los gemidos de los animales todavía vivos y avisó a los servicios municipales, pudiendo rescatar dos de ellos, aunque en muy mal estado de salud, y con golpes en la cabeza, a raíz de los cuales no pudieron sobrevivir.

Junto con los animales, había bolsas de pienso para animales y mantas, que fueron de gran importancia para los agentes del Seprona de Panes, que realizaron la investigación de lo sucedido.

Fruto de la investigación, se comprobó que un vecino de la zona tenía una finca con perros de caza, conejos y gallinas, coincidiendo la raza de los conejos con la de los localizados en el contenedor. También se pudo determinar que las bolsas de pienso arrojadas junto con los animales al contenedor coincidían con las que tenía esta persona en su finca.

Además, se pudo saber que la persona investigada había ofrecido días antes los cachorros a varios vecinos de la zona, ya que al parecer la madre de los cachorros había muerto al poco de parirlos.