Cómo preparar las mejores ensaladas de pasta

Ensalada de farfalle
Ensalada de farfalle
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Ensalada de farfalle

Con estos calores las ensaladas son la solución más socorrida para unas comidas que no nos dejen sudando la gota gorda. Lo normal es que pensemos en ensaladas verdes con distintos tipos de lechuga, ensaladas de tomate, etc…, pero lo cierto s que para las personas que somos de buen comer, una ensalada de este tipo raramente nos soluciona una comida entera.

Es entonces cuando el preparar ensaladas de pasta se presenta como una solución ideal. Un plato fresco, que puede funcionar como plato único, que se puede conservar en el frigorífico y que, además, tiene un coste muy reducido (se pueden preparar ensaladas de pasta por menos de 1€ por persona).

Pero antes de darles algunas recetas, les vamos a dar unos consejos generales para hacer una buena ensalada de pasta.

  • Seleccionar la pasta. Lógicamente lo primero es escoger la pasta. Siempre pasta corta como fusilli, penne, etc… Como les decíamos en algún artículo anterior, el truco para seleccionar la pasta es el acompañamiento que se la va a dar: si es una ensalada con algún tipo de salsa (luego les contaré como hacer una ensalada con pesto) lo mejor son pastas estriadas, si en cambio son ensaladas con, por ejemplo, trozos de tomate o de pepino, una pasta lisa es la más adecuada. Con respecto a la cantidad, 100 grs para los hambrones de la casa y algo menos para el resto, pero siempre en función del resto de ingredientes de la ensalada. A su gusto, pueden poner alguna pastilla de caldo al agua para potenciar el sabor.
  • Cocer la pasta. Pues igual que siempre, aunque yo prefiero dejarla un poco más al dente para evitar que la pasta pierda consistencia al cocerla demasiado y se pegue. Por lo demás los conejos habituales: la pasta y sal se agregan cuándo el agua empieza a hervir y el tiempo de cocción se mide desde el momento en que vuelve a hervir. Lo ideal es 1 litro de agua por 100grs de pasta y 10 grs de sal por cada litro de agua para que quede ligeramente sosa (a partir de ahí cada uno sala a su gusto).
  • Enfriar la pasta. No soy amigo de pasar la pasta por debajo del chorro de agua fría porque le quita el almidón y bastantes propiedades. Si se prepara con tiempo, lo ideal es colarla y dejar la pasta extendida (puede ser en una bandeja de horno) con una cucharada de aceite hasta que se enfríe. A partir de ahí, si quieren pueden preparar la ensalada en el momento o bien guardarla en la nevera con un poco de aceite y en un recipiente hermético. Puede aguantar 3 o 4 días y luego solo hay que sacarla y añadirle los ingredientes que deseemos.
Ensalada de fusilli
Ensalada de fusilli

Pasta con atún

La más sencilla de todas. Para 500 grs de pasta corta, simplemente hay que añadir a la 1 lata de atún y 1 lata de maíz, preparar una vinagreta con aceite y mostaza y mezclar. Si quieren hacer un plato más completo y darle una cierta gracia, pueden añadir 250 grs de jamón york y unas rodajas de piña cortados en taquitos. A esta misma pasta le pueden añadir un par de cucharadas de salsa pesto para redondear el plato.

Pasta con pollo

Una perfecta ensalada para solucionar a comida completa. Misma cantidad de pasta, pechuga de pollo y tomatitos cherry (por ejemplo 350 grs de cada ingrediente). Por un lado preparamos la pasta y mientras tanto pasamos el pollo por la sartén con un poco de aceite. Luego solo tenemos que mezclar la pasta, el pollo, unas hojas de rúcula al gusto  y los tomatitos cortados por la mitad y condimentar con aceite y sal; si queremos rematamos con un poco de salsa pesto, mezclamos bien y dejamos enfriar en la nevera antes de servir. Esta ensalada a mí me va muy bien para aprovechar restos de pollo asado que se pueden utilizar en lugar de la pechuga de pollo.

Pasta con aceitunas

Acabamos por hoy con a más sencilla y, probablemente, una de las más refrescantes ensaladas de pasta. Preferiblemente utilicen farfalle, esa pasta corta con forma de pajarita. Solo tienen que cocer la pasta y cuando se enfríe, añadir aceitunas negras y verdes, algo de rúcula y una escama de queso por encima. La cantidad y tipo de aceitunas lo dejo a su elección, aunque si están ligeramente condimentadas el resultado suele ser más sabroso. Si tienen pasta en la nevera y llegan a casa con calor, sin ganas de cocinar y sin quererse complicar la vida, este plato les lleva cinco minutos escasos hasta que se puedan sentar junto al ventilador o el aire acondicionado con un vino blanco fresquito o ¿por qué no? un tinto de verano.

La semana que viene les prometo más recetas sencillas y, como siempre les digo, saquen su creatividad a pasear y pongan su sello en las recetas.

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