Así se ha puesto de manifiesto en la jornada 'Desafíos urbanos de Logroño: hacia un nuevo Plan General', organizada por la Agrupación de Urbanistas de La Rioja y que, esta mañana, ha inaugurado el alcalde de Logroño, Pablo Hermoso de Mendoza; el decano del Colegio de Arquitectos, Alfonso Samaniego; y el presidente de la Agrupación de Urbanistas, Juan Carlos Merino.

Como ha apuntado el secretario de la AAUR y organizador del encuentro Borja López, "se trata de poner sobre la mesa el PGM", un documento "de gran importancia, cuando pensamos que no podemos esperar mucho más años para tener una ciudad ordenada y para adquirir los compromisos necesarios para la sostenibilidad".

Respecto al avance del Plan, ha señalado que "en Logroño tenemos ahora mismo un instrumento ilusionante, con el que es difícil no compartir deseos y objetivos, pero en el que es necesario entrar en las concreciones", en lo que ha citado aspectos como la movilidad, las zonas verdes o el crecimiento de la ciudad.

En palabras de uno de los ponentes de la jornada, el consultor senior de la Oficina ONO-Habitat en España Gonzalo Lacurcia, las ciudades se enfrentan a "grandes desafíos" contemplados en la Agenda 2030 y, especialmente, la Agenda Urbana, en materia de infraestructuras, sostenibilidad, gestión de residuos, con atención sobre todo "a que nadie se quede atrás".

"Hay que cambiar la forma de hacer las cosas -ha añadido- de manera que se permitan y se garanticen oportunidades para todos". Algo, que, a su juicio, en las ciudades medianas como Logroño, "que tienen mucho margen de actuación y parten, incluso, desde una posición más favorable", centrada en la integración, la nueva gobernanza y la participación, favoreciendo "las mezclas de usos y sociales".

Otro de los ponentes, el director de la Agencia de Ecología Urbana de Barcelona, Salvador Rueda, "necesitamos sí o sí planificar las ciudades nuevas y regenerar las que ya tenemos", con un urbanismo que "esté centrado en las personas, frente a la preponderancia de los coches o de las actividades económicas, como hasta ahora".

Un urbanismo que tenga que ver con la morfología, con los recursos que se utilizan, también debe estar en la mente de los regidores de las ciudades, "teniendo en cuenta, por ejemplo, que ir a los sitios en coche gasta 6.000 veces más energía que ir andando usar el coche indiscriminadamente es una barbaridad, que genera consecuencias".

Ha defendido también un urbanismo "compacto o de proximidad, es decir, tenerlo todo cerca"; "la máxima organización", algo que favorece la competitividad de las ciudades; la mixticidad de usos; y mantener la organización urbana con el mínimo de recursos "algo que hay que llevar también a las decisiones personales buscando la máxima eficiencia".

Por último, Rueda se ha referido también a la cohesión social, "no hay que excluir a nadie", algo, ha asegurado, "que en Logroño está cumplido sobradamente". Al final, ha resumido, lo que se busca "es que las condiciones de vida sean las mejores posible".

José Ramón Bergasa, otro de los participantes en la jornada, es doctor arquitecto y acaba de presentar su tesis 'Logroño, desarrollos urbanos 1958-2009', en el que recorre el crecimiento de la ciudad, y que, como principal conclusión plantea "que la ciudad tiene una buena posición respecto a la Agenda Urbana Española".

"Se parece mucho a lo que debe ser una ciudad modelo, una ciudad compacta, con usos mixtos, con contacto con la naturaleza y con cohesión social", ha afirmado Bergasa, quien ha defendido que "aún siendo víctima del 'ladrillo', la configuración resultante de la ciudad es el propio de una ciudad media, que son las ciudades donde mejor se vive".