Sílvia Tarragona, compañera de colegio de Judith Mascó, llegó a pesar 125 kgs. Gracias a los consejos de su amiga modelo, perdió casi cuarenta, pero en un principio se enfadó con ella y se envalentonó.A lo largo de su vida la autora del libro ha sido, y aún es, con una talla 46/48, más o menos la misma de Queen Latifah, una gorda feliz.

La cita, de Woody Allen, que aparece en las primeras páginas del libro, no puede ser más reveladora de su contenido: "Cuando perdemos diez kilos¡podemos estar perdiendo los mejores kilos que tenemos. Podemos estar perdiendo los kilos

que contienen nuestro genio, nuestra humanidad, nuestro amor y nuestra honestidad". Son muchos los casos de celebridades que se han quitado de encima los kilos que más atractivo le daban, desde Sophie Dahl, la modelo del perfume Opium hasta Eva Herzigova, la modelo que antaño anunciaba el Wonderbra. Precisamente en su caso, la pérdida de estos kilos les ha restado todo su atractivo.

También habla de Crystal Renn, una de las modelos más cotizadas actualmente.

Con 19 años y 1,74 cm de altura pesa 70 kilos,un perfil no muy común en el mundo de la moda. Cansada de los sacrificios, llegó a pesar 49 kgs a fuerza de matarse de hambre, decidió un día volver a comer.

Actualmente trabaja en el departamento de tallas grandes de la agencia Ford, y con su talla 44, ocupa las portadas de las mejores revistas de moda del mundo. Jean Paul Gaultier y Dolce&Gabbana la adoran. Y es que, como dijo Elmer Rice, si la naturaleza quisiera que nuestro esqueleto fuese visible, lo habría puesto fuera del cuerpo.