Sánchez eleva el tono con Iglesias para que le apoye sin ministerios

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, en Moncloa.
Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, en Moncloa.
EFE
Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, en Moncloa.

En el tira y afloja que se trae con Unidas Podemos para llegar a un acuerdo que facilite la segunda investidura de Pedro Sánchez, el PSOE entró ayer en la fase de elevar el tono contra el partido morado. El viernes, Sánchez ya afirmó desde Bruselas que no habrá ministerios de Unidas Podemos, pero que sí tiene "tiene derecho" a ocupar otros cargos en la "administración pública". Por si no fue suficientemente contundente, el PSOE dejó ayer claro que su "planteamiento político de fondo" no contempla que haya ministros de Unidas Podemos.

Para los socialistas, el presidente en funciones ya ha hecho una concesión desde su "posición inicial", que consistía en un gobierno en solitario, y le piden a Iglesias que también haga un movimiento. En este caso, abandonando la reivindicación de que haya ministros de Unidas Podemos.

"Deben hacer lo propio. Estamos a la espera y deseando trabajar para su voto favorable" a la investidura de Sánchez, apuntaron ayer en el PSOE. Este partido también niega que esté "vetando" específicamente a Pablo Iglesias. "No es una cuestión de nombres", aducen, sino de que en el planteamiento del PSOE no entra que haya ministros de otro partido.

Con lo que parece ser la última oferta del PSOE –que Podemos acepte ocupar puestos menores a los de ministros– arranca la semana en la que, el viernes, se cumplirán dos meses desde las elecciones generales del 28-A. Las posiciones entre Sánchez e Iglesias parecen tan alejadas como constataron tras su reunión secreta del lunes pasado. El PSOE no prevé de momento un nuevo encuentro entre ambos.

Por su parte, Iglesias guarda un silencio que terminará este lunes, primero en una entrevista. Después se reunirá la dirección de Podemos y la portavoz, Noelia Vera, comparecerá después ante los medios. Se espera que valoren los mensajes que desde el PSOE y desde el Gobierno se han lanzado en la última semana para instar a Podemos a que acepte un papel de rango inferior al ministerial. El PSOE mantiene que fue una propuesta firme de Sánchez a Iglesias, pero hasta ahora los morados se han tomado esta idea como si no fuera un planteamiento "oficial" y ni siquiera creen tener la obligación de dar una respuesta que el PSOE pidió ayer con mucha claridad.

Para Iglesias, las coaliciones que se formaron la semana pasada entre PSOE y Podemos en La Rioja y Baleares son la antesala de lo que debe ocurrir en Madrid. El PSOE no lo ve así y mantiene que allí los dos partidos sí sumaban mayoría absoluta. En La Rioja sumaron 17 de los 33 escaños, pero en Baleares hicieron falta otros partidos para llegar a la mayoría de 30.

En todo caso, el PSOE mantiene que un Gobierno de cooperación no lo es de coalición y es el que "puede contribuir a facilitar la investidura", que todavía no tiene fecha. En los últimos días ha ganado fuerza la hipótesis de que será más pronto que tarde y que no pasará de la primera quincena de julio.

Más apoyos necesarios

Hasta entonces, el resto de partidos del Congreso con los que también deberá contar Sánchez para sumar una mayoría a su reelección esperan, observan y lanzan sus propias advertencias.

Uno de ellos es Compromís. Esta legislatura solo tiene un diputado, el veterano Joan Baldoví, que la semana pasada pisó callos en las filas de Podemos por proponer un Gobierno de coalición a la valenciana, pero con Manuela Carmena o Íñigo Errejón como ministros independientes. Este domingo fue el turno para aleccionar a Sánchez, al que pidió la misma "generosidad" que otros partidos demostraron con él en la moción de censura. Sin concretar la fórmula, Baldoví pidió a Sánchez "amplitud de miras, que sea generoso y que haya el gobierno que ha pedido la gente, con un cariz claramente progresista".

Precisamente, el cariz que tenga el próximo Ejecutivo inquieta en el PNV. Los nacionalistas vascos no ven un problema para apoyar la investidura de Sánchez que haya ministros de Podemos y ya le han garantizado que no votarán en contra de la investidura, porque ganó las elecciones y porque "cualquier alternativa es peor", apuntó ayer su presidente, Andoni Ortúzar. Sánchez tiene asegurada su abstención pero probablemente necesitará que sus seis diputados voten ‘sí’. Para eso, el PNV exige "diálogo" sobre modelo territorial, "la posibilidad de un nuevo estatus para Euskadi" o las reformas fiscal y laboral.

Para el PNV, no es igual que Sánchez pacte con Iglesias un programa de "extrema izquierda" o un "toque reformista", dijo Ortúzar, que advirtió de que el presidente en funciones no tiene aún asegurado su apoyo. "No vamos a ser el pagafantas de un pacto entre Sánchez-Podemos, desde la humildad de nuestros seis escaños".

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