El melanoma es un tipo de cáncer de piel que se produce cuando las células denominadas melanocitos, que dan color a nuestra piel, se transforman en malignas. Su incidencia, según la Sociedad Española de Oncología Médica ha aumentado hasta veinte veces en apenas dos décadas. Según el doctor Lova, este incremento tiene su origen en nuestros hábitos de exposición solar y de bronceado, la migración de poblaciones de piel clara a entornos soleados como el español, el aumento de los deportes acuáticos o al aire libre, además de factores ambientales, como el cambio climático y el deterioro atmosférico por la contaminación.
Los pacientes de piel clara, pecosa, rubia, y sobre todo las personas pelirrojas, son especialmente sensibles a padecer un melanoma, además de aquellos que cuentan con un alto número de lunares, especialmente las que sufrieron quemaduras solares en la infancia. Otro grupo que debe cuidarse y controlarse es el de pacientes con alteración de la inmunidad, ya sea por enfermedades o por fármacos.
"Pero quizá uno de los sectores más sensibles de la población sea aquel que ya han tenido un melanoma, porque tiene una probabilidad superior de padecer un segundo, así como los familiares directos de dichos pacientes, que deben seguir un control estricto", destaca el dermatólogo.
La sintomatología que presenta este tipo de cáncer suele ser la de una lesión pigmentada en nuestra piel que experimenta un cambio en el tamaño, forma o color. Su localización más frecuente suele diferir según el sexo; es más habitual en la parte del tronco en hombres y en las extremidades inferiores en mujeres.
Para detectarlo, el doctor Lova aconseja seguir las reglas del ABCDE, siglas que hacen referencia a la asimetría de este tipo de lesiones, bordes irregulares, color heterogéneo y diámetro superior a seis milímetros. "Sin embargo, estos hallazgos no se cumplen en todos los melanomas, de ahí que el más importante sea la E, su evolución: cualquier cambio en un lunar debe ser valorado por un dermatólogo", apunta.
Para evitar el melanoma y otros cánceres de piel el especialista de Quirónsalud Murcia aconseja evitar las exposiciones solares en horarios de máxima radiación, especialmente en niños, pacientes de piel muy clara, o que tengan factores predisponentes para tener un melanoma. Usar siempre protector solar y repetir su uso cada dos horas, y más seguido si vamos a meternos al agua o sudar profusamente. Vestirse con ropa adecuada, gorro o sombrero y gafas de sol correctamente homologadas.
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