La ampliación del andén sentido Sarrià de la estación de Provença de los Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) ya se ha puest en servicio, después de que el presidente del Govern, Quim Torra, la inaugurara el viernes.

Las obras, que han costado 8 millones de euros, lo han dotado de mayor capacidad, para paliar los problemas ocasionados por la elevada concentración de usuarios que recibe, que en hora punta pueden llegar a los 4.700.

Los trabajos, cofinanciados por el Fondo Europeo de Desarrollo (FEDER), empezaron en noviembre del 2016 y han consistido en ensanchar el andén desde los tres hasta los ocho metros en el tramo más próximo al vestíbulo de Rosselló, ámbito donde se produce la mayor acumulación de viajeros. También han supuesto una mejora en la accesibilidad a la estación, puesto que han hecho desaparecer la congestión en las escaleras de acceso a la zona de vías.

El presidente de los FGC, Ricard Font, destaca que la construcción del nuevo andén ha formado parte de un trabajo de ingeniería "complejo y difícil", puesto que se ha desarrollado bajo edificios de viviendas durante tres años.

La parada de Provença de los FGC está situada bajo la calzada de la calle Balmes de Barcelona, entre Rosselló y Provença. Dispone de dos vestíbulos, uno bajo el cruce de Balmes y Rosselló y el otro, bajo el de Balmes y Provença. Los dos andenes tienen una longitud de 90 metros.

Por la estación de Provença de los Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya circulan trenes de las líneas urbanas L6 y L7 (Plaça Catalunya-Sarriá y Plaça Catalunya-Avinguda Tibidabo, respectivamente) y del llamado Metro del Vallès (S1, S55, S5 y S2).

Esta instalación, que recibe más de 8,6 millones de pasajeros el año, es la segunda en volumen de usuarios de toda la línea Barcelona-Vallès, después de la de Plaça Catalunya de la capital catalana.