La princesa Marta Luisa de Noruega dejó sorprendidos a todos cuando anunció que había rehecho su vida tras su divorcio de Ari Behn. Pero el bombazo fue saber la identidad de la nueva pareja: el chamán Durek Verrett.

La propia princesa ya sabía en su momento que le iban a llover las críticas y se anticipaba a ellas: "No elijo a mi pareja para satisfacerles a ustedes ni las normas o compartimentos estancos que han elegido en su mente para que yo esté". Así de tajante se mostraba el día que compartió una foto con Verrett en Instagram y hacía público el noviazgo.

Desde entonces, muchos han escrito y hablado sobre la relación. Principalmente porque Verrett ganó grandes sumas de dinero con sus supuestas habilidades espirituales y gracias a una clientela de famosos entre los que ha estado Gwyneth Paltrow.

A la historia se suma un tercer personaje: Hank Greenberg, expareja del chamán y masajista californiano. Mantuvieron una relación durante ocho años y, al parecer, no tiene "nada agradable que decir" sobre su ex.

Sobre su relación con Greenberg, el chamán explicó que que "fue una experiencia maravillosa" y que "siempre" lo amará. ¿Cuál fue el problema entre ellos? Por lo visto, y siempre según Verrett, el californino "sólo quería estar con hombres".

Para el chamán esto "está bien", pero a él lo que le importa "es el amor incondicional". Sobre su condición sexual, el actual novio de Marta Luisa de Noruega no se define como "gay o bisexual". Y añade: "Sólo me refiero a una cosa, y eso es amor".

El chamán declaró además que él "representa el amor sin importar el género" y que ama a Marta porque ella "entiende esto". Verret abundó en el tema: "¿Me atraen los hombres? Sí. ¿Me atraen las mujeres? Sí, pero se basa en el amor. Hay masculinidad y feminidad tanto en mujeres como en hombres, y defiendo el amor sin importar el género".

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