Cáritas de Valencia alerta de que los empleos precarios cronifican la pobreza

  • Los beneficiarios de la entidad cayeron en 2018 hasta las 50.130 personas, un 5,7%, pero la desigualdad crece.
  • Los perfiles mayoritarios son las parejas con hijos, las personas solas y las mujeres solas con hijos.
  • El obispo auxiliar, Arturo Ros, sobre los discursos antiinmigración: "Jesús se acercaba a los colectivos marginados; esa es la misión de la Iglesia y no otra".
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<p>Una persona pide en la calle, en una imagen de archivo.</p>
Una persona pide en la calle, en una imagen de archivo.
GERMÁN CABALLERO MARTÍ
<p>Una persona pide en la calle, en una imagen de archivo.</p>

El número de personas beneficiarias de los recursos de Cáritas en la Diócesis de Valencia (que engloba a esta provincia y al norte de Alicante) se redujo un 5,73% el año pasado, hasta las 50.130.

Sin embargo, desde la entidad asistencial alertan de que la paulatina salida de la crisis de los últimos años no está llegando a todas las familias, principalmente por la precariedad del empleo, que impide a muchas de ellas ya no solo afrontar gastos imprevistos, sino también los de suministros básicos del día a día como el alquiler, el agua o la luz.

Esta cronificación de la pobreza, explican desde la ONG, tiene su origen en el incremento de la desigualdad. En la última década, el 20% más rico de la población ha visto crecer sus ingresos un 3,6%, mientras el 20% más pobre ha sufrido una merma del 11,5%.

Además, el contexto de la Comunitat Valenciana es peor que el del conjunto de España, con la tasa de riesgo de pobreza (INE) en el 25,6%, cuatro puntos por encima de la estatal; la de pobreza y exclusión (Arope) en el 31,3% (4,7 puntos más); y la tasa de riesgo de exclusión (Foessa) casi dos puntos sobre la española (20,3%).

El director de la entidad, Ignacio Grande, ha destacado este miércoles, en la presentación de la Memoria de 2018, que la recuperación económica es "satisfactoria, pero no alcanza a toda la población por igual y no ha regresado a los indicadores anteriores a la crisis de 2008".

Por este motivo, se ha producido una "cronicidad" de la pobreza y de la exclusión. "Las personas a las que atendemos son de hace tres o cuatro años, con situaciones de vulnerabilidad cada vez más complejas. La exclusión social se ha enquistado en la sociedad", ha afirmado.

En el acto también ha intervenido el obispo auxiliar de Valencia, Arturo Ros, quien ha manifestado que todavía existen "situaciones de marginación y pobreza en una sociedad que juzga, desahucia y condena". Preguntado por los discursos contra la inmigración, ha dicho que resulta "ingrato" y ha invitado a hacer "una reflexión" sobre "el camino que ha tomado esta Europa aburguesada" que da la espalda a esta realidad.

"Se nos olvida que todas las personas del mundo tienen que ser respetadas con integridad", algo que ha definido como un "principio evangélico". "Jesús se acercaba a los colectivos más marginados y esa es la misión de la Iglesia y no otra", ha añadido.

Los datos

Las personas que pidieron ayuda en las diferentes Cáritas parroquiales el pasado año fueron 20.196, que se elevaron hasta las 50.130 si se tienen en cuenta los recursos destinados también al resto de la unidad familiar. En el conjunto de la Comunitat, las beneficiarias fueron 98.610 personas, atendidas por 9.570 voluntarios, que suponen el 98% de los recursos humanos de Cáritas.

Perfiles de la exclusión

Las personas que más demandan el apoyo de Cáritas son parejas jóvenes y mujeres solas con hijos, personas solas e migrantes en situación de irregularidad administrativa. Del mismo modo, este año se aprecia un leve incremento de las personas migrantes que han accedido a los servicios de Cáritas a solicitar ayuda (53%) y se ha invertido la tendencia de los últimos siete años, cuando las personas de origen español eran mayoría.

En cuanto al género, las mujeres son quienes más demandan los servicios de la entidad (76%) y el 70% de quienes acuden a la entidad ya lo hacía en años anteriores, lo que muestra «el agravamiento y cronificación» de los problemas, explica la secretaria general, Fani Raga. "Hoy en día tener un empleo no es garantía para salir de la pobreza; se crea empleo, pero precario", añade. Estos perfiles se corresponden con las poblaciones con mayor riesgo de exclusión.

Tipos de ayudas

Se dividen en tres grandes áreas: vivienda, educación y salud. En el primer caso, Cáritas Valencia alojó a 203 personas en sus 48 pisos, destinados a familias vulnerables, migrantes y refugiados y personas sin hogar. En el ámbito educativo, realizó 48 proyectos con 525 adultos, 994 menores de edad y dio 462 becas de campamentos. Finalmente, destinó el 3% de las ayudas a financiar medicamentos.

En cuanto a sus recursos, destinó 4,4 millones de euros, sobre todo a infancia y familia (52%) y colectivos en exclusión severa (21%). De las ayudas de atención primaria (2,2 millones de euros), el 64% fue para alimentación, el 14% para el pago de alquileres y el 10% para suministros.

Atención especializada

Además, la ONG abordó problemáticas como la inserción laboral, la prostitución y trata, acogió a 18 refugiados del barco Aquarius, a 122 personas en su albergue de noche y se adhirió a plataformas sociales como CIEs No, Pacto por la infancia o Red Conecta Energía.

Propuestas contra la fragilidad

Cáritas propone cinco medidas para combatir la fragilidad: generar empleo digno y decente, consolidar las rentas mínimas, impulsar políticas de acceso a la vivienda, promover políticas de protección social y fomentar la creación de espacios de convivencia que tejan redes de solidaridad.

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