Hasta el momento, Ferroatlántica, que firmó un acuerdo de venta con el fondo TPG que incluye a Cee-Dumbría, tenía operativos tres hornos en esta zona, mientras que otros dos estaban parados, motivo por el que justificó la adopción del ERTE.

Mientras, para la planta de Sabón, en Arteixo (también A Coruña), excluida de la operación con TPG que todavía está pendiente de la autorización de Competencia y de la Xunta, la empresa ha obtenido potencia para el horno en funcionamiento y otro más.

De acuerdo con las fuentes de la compañía, esto tendrá "una repercusión muy positiva en el empleo" de Ferroatlántica. Además, interpretan que los resultados de la puja son una "muestra" de que la firma "cumple" lo que había comprometido a los trabajadores.

La venta del grupo de Villar Mir a TPG está pendiente de la autorización de Competencia en lo que tiene que ver con la regulación del mercado y también depende del pronunciamiento de la Xunta en relación con la amortización anticipada del 'leasing'.

En el pasado, Villar Mir intentó sin éxito segregar las actividades de generación eléctrica y ferroaleación, pero la Xunta no lo permitió con base en las condiciones vinculadas con las concesiones hidroeléctricas.

Ahora, la operación todavía sin autorizar incluye un contrato entre comprador y vendedor por el que Ferroglobe se compromete a suministrar a los nuevos propietarios el mineral necesario para la fabricación en el complejo de Cee-Dumbría de ferrosilicio y ferromanganeso y a comprarles toda la producción.