La concursante Violeta Mangriñán tiene que abandonar Supervivientes. Anoche, nada más empezar la gala del concurso de Telecinco, el presentador Carlos Sobera informaba:

"Seguimos muy pendientes del estado de Violeta y las noticias no son muy buenas respecto a su continuidad en el concurso. Tras el último parte médico Violeta debe abandonar el concurso", decía serio.

"A la madre de Violeta tengo que decirle que tienes que estar muy tranquila, estamos pendientes de ella y bajo constante vigilancia, está bien, pero ha de ser tratada con recursos que solamente es posible tener en España", añadió dirigiéndose a la madre, que estaba en plató.

Poco después conectaron con Violeta, a la que se podía ver en aparente buen estado, aunque llevaba en la mano derecha una vía intravenosa. "Tengo mis pequeñas molestias pero yo creo que con el tratamiento bien. Deseando volver al cayo a dormir en el suelo", dijo.

Pero Carlos Sobera le leyó el parte médico: "Desde tu llegada al concurso has debido ser tratada en varias ocasiones, pero ahora la cosa no es tan positiva como querríamos. Tras las pruebas hemos de decirte que presentas un cuadro que impide tu permanencia en el concurso. El equipo médico recomienda que regreses a España, acompañado de uno de sus miembros para que el cirujano valore convenientemente en España".

La joven rompía a llorar desconsoladamente. "Por favor, por favor, que queda nada, no me puedo ir, os lo suplico", decía derrotada.

"No es que tu vida corra peligro, ni mucho menos, pero tu estado aconseja que regreses", insistía Sobera.

"Este órgano no aparece ni en los libros del cuerpo humano, no me puede fastidiar ahora", se quejaba Violeta, que más tarde revelaba su dolencia: "Si me pasa algo aquí no me pueden operar y no se quieren arriesgar", decía sobre los médicos y a continuación pedía: "que me quiten la vesícula, por favor", porque "mi vesícula parece ser que no aguanta más aquí".

El consuelo llegó casi al final: "El próximo año en Supervivientes tendrías la plaza asegurada, Violeta", le dijo Sobera para acabar.