La operación 'chapi' de Ávila en la que se detuvieron 77 personas y se recuperaron 120 toneladas de cobre permitió aclarar otros 18 robos de este material en cinco provincias de la región, la mayoría en Valladolid.

Una banda organizada dividida en dos grupos estructuraba la red. El primer grupo se dedicaba al robo de cable y el segundo recibía el material y luego lo vendía a Alemania y China.

Los investigadores calculan que lograron llevar 1.500 toneladas a esos países.

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