Los Mossos d'Esquadra detuvieron el pasado viernes en Tarragona a cuatro ciudadanos chinos por ayudar a compatriotas suyos a aprobar el carnet teórico de manera fraudulenta y cobrarles por ello grandes sumas de dinero.

El aspirante chino a aprobar la teórica, que también fue detenido, entró en el examen con una microcámara camuflada en un botón con la que enfocaba el examen.

Los cuatro detenidos quedaron en libertad con cargos por los delitos de intrusismo, falsedad documental y asociación ilícita.

Los delincuentes, instalados en el interior de una furgoneta situada a unos 50 metros de donde tenía lugar la prueba, recibían la imagen del examen y a través de radiotransmisores le decían al alumno qué casilla debía marcar.

El caso fue detectado por una patrulla de los Mossos d'Esquadra que pasaban por el centro de la DGT de Camp Clar en el momento en que se realizaban las pruebas teóricas y vieron una mujer china que salía y entraba constantemente del edificio y se dirigía a una furgoneta, según fuentes de la policía autonomica de Tarragona.

La policía autonómica ha comprobado que la mujer había trabajado en una autoescuela de Tarragona a la que llevaba clientes chinos a los que, supuestamente, posteriormente les ofrecía el aprobado garantizado con este método a cambio de una cantidad de dinero.

Televisor y ordenadores

Cuando los mossos abrieron la furgoneta se encontraron con un sofisticado sistema de comunicación formado por una televisión de plasma colocada sobre una pequeña mesa, dos ordenadores portátiles y diferentes conexiones eléctricas que manipulaban dos personas también de origen chino.

Uno de los ocupantes de la furgoneta lanzó el mando a distancia del televisor cuando vio a los agentes pero éstos lo pudieron recuperar y al encender el televisor vieron el examen que se estaba realizando y un trozo de manga de la persona a la que ayudaban los delincuentes. Los mossos irrumpieron en el examen y detuvieron al alumno que llevaba una microcámara conectada a un emisor y un teléfono móvil.

A la espera de la investigación de los péritos informáticos, se supone que el alumno recibía la respuesta a las preguntas a través de un SMS o de vibraciones codificadas.

Los Mossos d'Esquadra, que desde hace meses están alertados de prácticas fraudulentas en los examenes de conducir, suponen que no era la primera vez que cometían este delito y que tenían grabados diferentes modelos de examen. En el interior de la furgoneta se les encontró unos 10.000 euros.