A todos nos gustaría vivir en un mundo perfecto, donde la bondad y la honradez fueran la tónica. Desgraciadamente, la realidad no es así: los malvados existen. Puedes encontrarte con ladrones en la empresa en que trabajas, y te pueden despojar no sólo de tus posesiones materiales, sino de algo mucho más valioso: tus ideas, tus proyectos, las creaciones de tu mente.Las ideas útiles y prácticas suelen proporcionar poder. Y si hablamos de un sistema de trabajo en común, donde se dialoga y
Aunque, en ocasiones, si un trabajador sabe que otro se adjudicará el mérito, deja de poner su creatividad al servicio de los jefes, pierde motivación y procura pensar lo mínimo para realizar su cometido.
Estas actitudes crean resentimiento entre compañeros y el ambiente de trabajo puede hacerse muy tenso. Este efecto se multiplica cuando son los jefes los que se apropian de las ideas de sus subordinados. En esos casos, la moral del equipo laboral queda por los suelos y su productividad se reduce de manera drástica.
Tras el robo de la idea, poco se puede hacer. Debemos, pues, evitar que esto suceda.
CÓMO PREVENIRLO
- Conversaciones: Conviene vigilar nuestras conversaciones, pensar qué decimos y delante de quién. No deberíamos hacer confidencias laborales a aquellos de los que no estamos totalmente seguros. Las amistades de oficina pueden no ser tales y ceder ante la posibilidad de un ascenso o un premio.
- Cautela: Hay que saber dónde se habla y quién puede estar escuchando. Cerca de las puertas, en los lavabos y zonas comunes, no son los lugares idóneos para tratar los proyectos que se nos ocurren.
- Informática: Es muy útil controlar nuestro ordenador. Para eso sirven los sistemas de seguridad y las contraseñas. Si abandonas tu asiento, cierra tus archivos privados. Nunca sabes quién puede pasar por delante de tu mesa ni qué puede hacer.
- Previsión: Si sospechas que tu jefe puede apropiarse indebidamente de una iniciativa tuya, sé especialmente precavido. Antes de entregarle cualquier propuesta, asegúrate de que tus compañeros saben que vas a hacerlo y de que el sabe que lo saben. Puede parecer enrevesado, pero es la mejor forma de protegerte. No pongas todos los datos en el escrito; reserva algo para que no pueda presentar la idea como suya ante otros.
- Documentos: No dejes papeles comprometedores sobre tu mesa. Es mejor que tengas tus proyectos en casa hasta el momento de presentarlos en público.
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