La dirección de la central nuclear de Trillo ha decidido aprovechar la parada de la planta, que se efectuó el pasado 27 de marzo a causa de un incidente en una barra de control, para iniciar su vigésima recarga de combustible, prevista inicialmente para el próximo 3 de junio.

La planta, que cuenta con la tecnología más moderna del país, ha sufrido en pocas semanas dos incidencias, que no han supuesto riesgos para sus trabajadores ni para el entorno o el medio ambiente, según indicaron fuentes de la central. La última de esas incidencias fue la caída parcial de una de las barras de control del reactor, tras lo cual la dirección decidió el pasado 3 de abril la apertura de la vasija para evaluar su importancia. Técnicos de la central y de su grupo de apoyo continúan inspeccionando para conocer la causa de la caída incompleta de una de las barras de control.

´Inspección de servicio´

La dirección prevé que estas labores, en las que se inspeccionarán todas las barras de control, se prolonguen durante veinte o veinticinco días, por lo que ha adelantado desde hoy mismo los trabajos de recarga del combustible, según han confirmado desde la planta. Durante la recarga, tal y como estaba previsto, se llevarán a cabo una serie de actividades que sólo se efectúan en la planta cada diez años, como la inspección mecanizada de la vasija del reactor.

La parada durará más que otras anteriores, en concreto unos cuarenta días frente a los veintitrés de media de recargas anteriores, aunque esta mayor duración no se debe a los dos incidentes registrados en la central recientemente, sino a las características de la misma.

Así, en esta parada se desarrollarán trabajos específicos de lo que se denomina "inspección de servicio", que sólo se han llevado a cabo una vez en la planta.

La inspección de la vasija del reactor, abierta desde el pasado 3 de abril, requiere de la intervención de robots y de personal técnicamente muy preparado y cualificado, al estar situado ese elemento en la parte nuclear de la planta.

Un millar de personas

En la recarga de combustible van a participar un millar de personas, además de la plantilla habitual, y durante la misma se realizará la prueba de presión del circuito primario, se revisarán los componentes del interruptor de generación y se comprobará la lámina de una de las piscinas del sistema de agua de refrigeración esencial.

Además, se llevarán a cabo otras tareas más habituales, como la revisión de las bombas principales del circuito primario y de la turbina, y se inspeccionarán todos los tubos del generador de vapor. Ésta no es la primera vez que se adelanta una parada para recargar combustible en la central de Trillo, donde años atrás también se adelantó otra coincidiendo con un cambio de la turbina del alternador.

Fuentes de la central han indicado que el adelanto de la recarga no va a suponer ninguna alteración del programa de trabajos y han señalado que "todo estaba preparado para ello desde hacía tiempo". La central de Trillo I alcanzó el año pasado una producción de 8.502 millones de kilowatios/hora (Kw/h), la quinta mejor de la historia de esta planta, que el próximo 6 de agosto alcanzará los veinte años de existencia.

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