El jurado ha llegado a la conclusión de que el hecho de que el conductor del Mercedes, Henry Paul, estuviera bebido, fue un factor decisivo para desencadenar el accidente del túnel del Alma de París, así como el hecho de que los ocupantes del vehículo no llevaran puesto el cinturón de seguridad.
Los once miembros del jurado, seis mujeres y cinco hombres, que durante seis meses han escuchado las declaraciones de más de 250 testigos, han tardado cuatro días en llegar a esta conclusión. Su decisión ha sido por mayoría, ya que no alcanzaban acuerdo por unanimidad.
El proceso, presidido por el juez Scott Baker, descarta así las hipótesis de la conspiración esgrimidas por el padre de Dodi, el multimillonario egipcio, dueño de los almacenes Harrods, Mohamed al Fayed. Éste sostenía que detrás de estas muertes se encontraba el príncipe Felipe, duque de Edimburgo y esposo de Isabel II, quien quería evitar que Lady Di y Dodi se casaran.
Al mismo tiempo, despeja muchos de los puntos oscuros que rodeaban a esta muerte, ya que el único superviviente del accidente, el guardaespaldas, Trevor Rees-Jones, no recuerda nada al respecto.
El juicio, que ha costado a los británicos diez millones de libras (unos 12,5 millones de euros), llega así al mismo resultado que emitieran las investigaciones francesas en 1999. Entonces se concluyó que el accidente ocurrió porque el chófer conducía bajo la influencia del alcohol y de los antidepresivos.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios