Según ha explicado la Guardia Civil, las investigaciones se iniciaron al tener conocimiento, tras varios meses de investigación, que varias personas podían estar dedicándose a cultivar marihuana en el interior de una vivienda ubicada en la zona de Albarracín.

Fruto de las intensas gestiones operativas y de la investigación que se prolongaron por varios meses, lograron localizar una vivienda en dicha barriada cuyos moradores, conocidos por sus antecedentes policiales, podían estar dedicándose al cultivo indoor de marihuana.

Así, se solicitó de la Autoridad Judicial auto de entrada y registro, que tras ser concedido permitió localizar en el interior de la vivienda, una plantación indoor de marihuana que albergaba más de 1.300 plantas en su última fase de floración, así como otras en fase de secado.

Dicha plantación estaba dotada de lámparas alógenas, extractores, generadores, ventiladores o transformadores de potencia, con un valor aproximado de 100.000 euros, por lo que a los detenidos se le atribuyen también un delito de defraudación de fluido eléctrico al estar conectados ilegalmente a la red eléctrica.