189 vascos solucionan sus litigios sin ir a juicio gracias a la mediación penal

  • Este nuevo servicio lleva 9 meses operativo en Barakaldo y 6 en Vitoria.
  • El balance es positivo, ya que evita que se repitan los delitos.
  • Busca el pacto entre infractor y víctima
  • Es para delitos menores sobre conflictos vecinales, familiares...
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La típica trifulca vecinal: que uno pone la música alta, el otro se venga mojándole las sábanas, luego se pinchan las ruedas del coche... Son problemas enquistados, difícilmente resolubles por un juez, que se limita a juzgar hechos, no a solucionar conflictos. Para estos casos, ha surgido la llamada Mediación Penal para adultos.

Es un programa del Departamento de Justicia puesto en marcha en Barakaldo hace nueve meses y en Vitoria hace seis. Gracias a él, 189 ciudadanos en Euskadi ya han podido resolver sus litigios sin pasar por el juez. Los magistrados son los que se encargan de derivar los casos a este servicio. En este sistema, un mediador se pone en contacto con víctima y denunciado. Escucha a los dos por separado, y si es factible, intenta que hablen cara a cara en su despacho.

El objetivo es buscar una solución que ambos den por buena. El infractor acepta que ha obrado mal y pide disculpas formales. La víctima le escucha, y ambos firman un documento que constata los hechos y da una solución. El mediador también lo firma.

Parece utópico, pero funciona. De los 67 casos atendidos en el Servicio de Mediación de Barakaldo, 37 lograron un acuerdo entre las partes. El resto, siguen en trámite, fueron desestimadas por los mediadores o las rechazaron alguna de las partes. En Vitoria, de los 47 expedientes recibidos, hubo 12 pactos.

Los acuerdos no son sólo una declaración verbal. Pueden conllevar medidas judiciales como la indemnización económica a la víctima, trabajos comunitarios o la obligación de que el imputado acuda a tratamiento terapéutico.

El equipo mediador lo componen tres personas de perfil social y penal. Suelen atender delitos menores, de asuntos vecinales, familiares... A veces, una persona es víctima e imputada al mismo tiempo. El clásico conflicto doméstico en el que ambas partes sufren y sacuden por igual.

El Departamento hace un balance positivo, ya que la reincidencia es menor que en la Justicia ordinaria. Por eso, prevé ampliarlo a más localidades. Sólo Barcelona tiene también este programa.

5 Preguntas a... Gerardo Villar, mediador del Servicio de Vitoria 

1 ¿Cómo consigue usted que el imputado acepte su culpa? Le decimos al imputado:«Si quieres llegar a un acuerdo, será porque algo has hecho». Si el denunciado acepta que hay una víctima, debe asumir que tiene cierto grado de culpa. Y por supuesto, lo hablado en la sesión no sale de ahí.

2 ¿Lo más difícil en la mediación penal? A veces las cosas no son tan sencillas como parece. Hay casos que vienen de largo, en los que la víctima tiene parte de la culpa.

3 ¿Cómo es un buen mediador? Debe tener un sexto sentido, ser aceptado por las partes y dar pie a que hablen con libertad. Hay conflictos muy grandes, y no tienen solución.

4 ¿Cuánto cuesta alcanzar un acuerdo? Según. Si las partes no se conocen, un par de sesiones. Ambos quieren una solución. Si víctima y denunciado son conocidos, se puede alargar hasta el máximo permitido, que son tres meses. Son temas que vienen de largo, gente se ha hecho la vida imposible.

5 ¿Cómo lleva su trabajo, mediador? Es interesante. Ves que la gente necesita un sitio para hablar, y tú lo proporcionas. Requiere mucha paciencia, pero es muy gratificante.

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