La dirección general de Servicios Penitenciarios han decidido cambiar de prisión a la agente policial Rosa Peral, una de las principales acusadas del conocido como crimen de la Guardia Urbana. Peral ha sido trasladada de Brians 1 a Wad Ras por motivos de seguridad después de que el pasado mes de mayo se pelease con una interna, según han confirmado fuentes conocedoras del caso.

Durante el enfrentamiento, Peral propinó diversos golpes a una reclusa después de que esta le robase la tarjeta con la que las internas pueden comprar productos de las máquinas expendedoras. A parte del traslado, Servicios Penitenciarios la ha sancionado decretando cinco días de aislamiento.

Peral hace más de dos años que está en prisión preventiva, acusada de haber matado al agente de la Guardia Urbana Pedro Rodríguez, que en aquel momento era su pareja. En mayo de 2017 el cadáver apareció calcinado dentro de un coche cerca del pantano de Foix y la juez que investiga el caso decretó el ingreso de Peral en la prisión de forma provisional.

Inicialmente fue destinada a Wad-Ras, pero meses después la trasladaron a Brians 1 porque había alterado el orden de la prisión y provocado numerosas discusiones. Ahora, después de la pelea de mediados de mayo, Servicios Penitenciarios la lleva de nuevo a Wad-Ras, donde señala que ya no hay motivos de incompatibilidad con ninguna interna.

En paralelo, también está en prisión preventiva el agente de policía Albert López, acusado de haber cometido el mismo crimen que Peral. Los dos cumplieron dos años de internamiento preventivo el pasado mes de mayo y la juez decidió prorrogar este ingreso hasta la celebración del juicio, previsiblemente en otoño.

Peral y López se enfrentan a penas de 25 años de prisión por un delito de asesinato con alevosía. Las respectivas defensas desvinculan de los hechos a sus clientes, que se acusan mutuamente.