
Ya hemos hablado en alguna ocasión de cosas que se pueden hacer con distintas conservas; repasamos aquí recetas con mejillones en escabeche y también hablamos de aperitivos fáciles con conservas.
La verdad es que, habitualmente, nos fijamos poco en las conservas y lo cierto es que, las conservas llevan con nosotros más de 200 años. En realidad, las conservas son el resultado de una investigación fomentada por Napoleón que buscaba un método que permitiera conservar los alimentos en buen estado y durante largo tiempo para poder solucionar los problemas de logística de sus tropas, ofreciendo un premio de 12.000 francos a quién lo consiguiera; Nicolás Appert, un investigador francés, consiguió el premio al descubrir que los alimentos se podían conservar en recipientes herméticamente cerrados y que ese cierre se podía conseguir gracias al calor.
Al principio se utilizaban envases de vidrio para las conservas, pero otro francés, Peter Durand comenzó a usar latas, similares a las que hoy en día conocemos. En España, conocimos las conservas gracias al naufragio de un barco francés en Finisterre allá por 1840.
Desde entonces, las conservas nos han facilitado considerablemente la vida, permitiéndonos almacenar alimentos de forma sencilla y solucionar una comida rápida … de forma bastante económica. Además, las conservas no contienen conservantes y no dañan al medio ambiente ya que sus envases son reciclables al 100%.
Por todo esto y por la cantidad de posibilidades que ofrecen en la cocina, tengo que reconocer que soy un defensor incondicional de las conservas, así es que, aprovechando que el verano es un buen momento para comidas rápida, frescas y cómodas, vamos a hacer algunos artículos para hablar de recetas con distintos productos enlatados.
Para empezar, seguiremos con las populares sardinas en aceite y hoy les comento tres ensaladas perfectas para los días de calor.
Ensalada de sardinas en aceite con vinagreta de tomate.
Tan sencillo como poner una base de lechuga (mejor si mezclan distintos tipos de lechuga, especialmente las rizadas) en un recipiente hondo, tomates cortados (mejor tomatitos cherry) y las sardinas. Rallamos un tomate, le ponemos algo de sal (con cuidado porque las sardinas subirán el punto de sal), aceite y vinagre al gusto y movemos bien para emulsionar ligeramente el aceite. Si quieren le pueden poner un poco de hierbas frescas tipo perejil, cebollino, etc… y ya tenemos el aliño para a ensalada. Mezclamos y a comer.
Ensalada de sardinas con huevo duro y tomate.
Solo hay que mezclar las sardinas con tomate cortado en dados, pimiento verde picado, huevo duro, una cebolleta y unas aceitunas. Se aliña con sal y aceite y listo. Si quieren, se pueden huevos de codorniz y pepinillos.

Ensalada de sardinas, cebolla y patata
Otra receta sin complicaciones; rodajas de patata y cebolla cocidas (se pueden hacer en el microondas en menos de 10 minutos). Una vez cocidas se dejan enfriar y se ponen como base en una fuente con las sardinas colocadas por encima. Se puede aliñar con el mismo aceite de las sardinas o se puede cambiar por un aceite al gusto.
Como siempre, cualquier de estas recetas se puede adaptar al gusto de cada uno tanto en cantidades como en ingredientes, pero les garantizo que la base funciona estupendamente. Para la semana que viene les seguiremos contando más recetas que se pueden hacer con sardinas en lata (y no solo de ensaladas).
Por último, una curiosidad ¿sabían que se están poniendo de moda las sardinas “de añada”? Especialmente en Portugal y en Francia se encuentran latas de sardinas con distintas fechas de envasado y lo cierto es que el “envejecer” en la lata hace que evolucionen el sabor y la textura de las sardinas en aceite.
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