Un incendio declarado este lunes por la mañana en el municipio tarraconense de El Perelló ha quemado al menos 200 hectáreas de vegetación y ha obligado a desalojar a un total de 32 personas que habitan en 18 masías de la zona, según informaron medios locales.

Los agentes de la Generalitat anunciaron este lunes que la causa detrás del incendio es la quema de restos agrícolas de la poda de olivo. Afirmaron asimismo haber denunciado ya al presunto autor de esta quema, que se había hecho sin la protección necesaria.

El alcalde de esta población, Ferran Cid, y el jefe de operativo de bomberos, Jordi Solà, hicieron balance este lunes por la tarde de la evolución del fuego, que había obligado a cortar la carretera TV3022, que une ese municipio con el núcleo de Raquera. Solà explicó que el fuego se inició antes de las 12 horas por causas que se desconocen, y ha añadió que trabajaban en la extinción del incendio unos 60 medios terrestres y 9 aéreos, entre ellos dos hidroaviones.

El responsable del operativo aseguró que la labor de los bomberos había permitido controlar la situación.  El alcalde de El Perelló dijo que el incendio obligó a activar el plan de emergencias y que el pabellón municipal está "preparado" por si hubiera que alojar a las personas que se han desalojado preventivamente.

Asimismo, recordó que en mayo de 2012 esta población sufrió otro importante incendio, por lo que el municipio tiene experiencia en incidencias de este tipo.  En cualquier caso, el alcalde quiso dejar claro que el incendio no está relacionado con el parque eólico de Les Colladetes, y que ningún aerogenerador de esa instalación se ha visto afectado por el fuego o ha explotado, aclaró.

El fuego, del que los Bomberos fueron avisados a las 11:42 horas, se inició en una zona forestal en la que no hay construcciones y próxima al parque eólico de las Colladetes.  Los Bomberos explicaron que las llamas, empujadas por el viento de mistral, se propagaron rápidamente con mucha intensidad en dirección suroeste.

Los agentes rurales recordaron que cualquier quema agrícola debe hacerse al menos a 25 metros de cualquier zona de vegetación forestal, que las llamas no pueden superar los tres metros de altura y que no se puede hacer cuando sopla viento.