Inypros es un centro especializado en la atención al consumidor de drogas y, dado su gran arraigo en la ciudad, ha sido durante décadas un buen barómetro de las nuevas tendencias que se presentan en la capital en materia de consumo de estupefacientes.

El psicólogo clínico Félix González lo declara ya abiertamente: en Cádiz se asiste en los últimos años a un boom de la cocaína y cada vez entre población más joven. Ha dejado de ser una droga de clase para resultar accesible a casi todas las capas sociales, es muy socializadora consumida en grupo, anula los efectos de la borrachera y no tiene un efecto físico tan devastador como la heroína. El último informe de la Fiscalía, por otra parte, también ha venido a corroborar un aumento importantísimo de la entrada de esta sustancia estupefaciente en la provincia de Cádiz, históricamente mucho más asociada por cuestiones geográficas al tráfico de hachís.

La nueva situación también se refleja en las sanciones por consumo o tenencia de estupefacientes en la vía pública y los multados que se acogen al plan quitamultas. Inypros también es una de las pocas entidades en la provincia integradas en este plan. Hasta su sede en el barrio de La Laguna llegan los expedientes que le remite la Subdelegación del Gobierno. Todos son por consumo de cocaína. Con tres meses en un programa de prevención secundaria y estrategias de deshabituación, normalmente, ya te has quitado la multa de encima.

"Naturalmente, nosotros no podemos garantizar la abstinencia total. Pero sólo la prevención secundaria que se realiza con esa persona ya resulta relevante, aunque no se deje de consumir del todo", continúa González.

En 2007, Inypros logró paralizar la multa por consumo de estupefacientes de más de veinte personas. Puede que no sea una cifra muy alta, pero es que estos programas no siempre resultan tan atractivos al consumidor sancionado. La mayoría de las veces se prefiere pagar la multa, y en muchas situaciones está la muy socorrida opción de declararse insolvente.

La deshabituación no es tan sencilla porque la cocaína es engañosa, puede dar fácilmente la sensación de que es muy sencillo controlarla y, en consecuencia, el riesgo de recaída es muy alto.

Inypros es muy crítica, no obstante, con una actuación policial que es "puramente punitiva", aunque admite que ha habido mejoras en el tratamiento jurídico de la toxicomanía y los delitos asociados a ella, y que la política de las administraciones también está considerando mejor las medidas para reducir el daño cuando no se puede conseguir la total abstinencia.

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