Las plataformas de pensionistas de Euskadi y Navarra continuarán con sus protestas este verano y las "mutiplicarán" a partir de septiembre para reclamar que las "promesas" que han recibido "se conviertan en realidades". En este sentido, prevén hacer "una nueva demostración de movilización potente" en el 1 de octubre, el Día Internacional de las Personas Mayores, y dar "un salto cualitativo" con una "movilización ciudadana", junto a otros colectivos, en noviembre.

Los pensionistas vizcaínos se han concentrado este lunes de nuevo en demanda de pensiones públicas "dignas" ante el Ayuntamiento de Bilbao, donde, como hacen semanalmente, han coreado lemas como 'Ni un paso atrás', 'Gobierne quien gobierne, las pensiones se defienden' o 'Pentsionistak aurrera'.

Durante la movilización, la plataforma de pensionistas vizcaínos ha explicado que el conjunto de organizaciones de pensionistas de Euskadi y Navarra se reunieron la pasada semana y coincidieron en que, tras 17 meses ininterrumpidos de concentraciones semanales en un centenar de localidades, "es hora ya de que las promesas se conviertan en realidades".

En este sentido, las plataformas vascas y navarra consideran que, si hay "voluntad política", se pueden "reconocer y aceptar" sus reivindicaciones, una vez pasadas las convocatorias electorales que han dejado "mayoría de las fuerzas progresistas" en el nuevo Congreso.

"Hay fondos más que suficientes para garantizar y mejorar las pensiones", ha subrayado la representante de la plataforma vizcaína Andrea Uña. En este sentido, los pensionistas insisten en que "basta con destinar el 13% de la riqueza" a las pensiones, como hacen otros países de Europa, y "valentía", para actuar frente al fraude fiscal, la corrupción, las cotizaciones, el sistema tributario para "hacerlo más progresivo", y evitar la elusión de impuestos.

Los pensionistas vascos y navarros reiteran "la justeza y viabilidad" de sus demandas, entre ellas la subida del IPC a "todas las pensiones con carácter permanente", una pensión mínima de 1.080 euros, la derogación de "los aspectos regresivos" de las reformas de pensiones y laborales de 2011 y 2013, un salario mínimo interprofesional de 1.200 euros o la jubilación anticipada "sin penalización" con 40 años cotizados.

También reivindican "acabar con la brecha de género" tanto en salarios como en pensiones, que se perciba "el 100% de la pensión de viudedad que corresponde al cónyuge", y la eliminación de las exenciones fiscales a planes privados de pensiones y EPSV.

Los pensionistas han advertido de que "queda mucho por hacer" y, en este sentido, han remarcado que 225.000 personas en Euskadi y Navarra cobra una pensión inferior a 825 euros y, de ellas, "un gran porcentaje" menos de 650 euros.

En este marco, apuestan por continuar con sus movilizaciones porque, en palabras del miembro de la plataforma de Bizkaia Jon Fano, o siguen "aprentando" o no sólo "no vamos a mejorar", sino que "incluso pueden empeorarse las situaciones".

Por ello, las plataformas vascas y navarra han decidido seguir con las concentraciones de los lunes este verano, aunque es posible que en algunos pueblos "se tomen algunas semanas de descanso". Su objetivo es organizar "iniciativas adecuadas a cada pueblo", aprovechando las fiestas para "popularizar y socializar" sus demandas.

Los pensionistas pretenden seguir con su exigencia de "compromisos" en relación a las pensiones y a otros servicios de atención a las personas mayores a los nuevos gobiernos de los ayuntamientos, diputaciones, instituciones autonómicas y gobierno central.

En este marco, tienen previsto hacer "una nueva visita a Madrid" para emplazar a todos los partidos políticos y, si está ya constituido, al nuevo gobierno a que den "respuestas concretas" a sus demandas. Según ha explicado Fano, están analizando que esa visita "no sea sólo de una delegación", sino que esté acompañada de "más gente" y que pudieran participar plataformas del resto del Estado.

"NUEVA DEMOSTRACIÓN"

Los pensionistas han anunciado que, a partir de septiembre, van a "multiplicar" sus iniciativas y movilizaciones en coordinación con otras sectores sociales para lograr "una respuesta masiva, transversal y plural" en demanda de "pensiones dignas y derechos sociales".

Por ello, según ha adelantado Fano, prevén hacer "una nueva demostración de movilización potente" en torno al 1 de octubre, con motivo del Día Internacional de las Personas Mayores, y, si "las cosas se mantienen como están, ir a una movilización ciudadana en noviembre", en coordinación con colectivos de trabajadores, mujeres, estudiantes y del pequeño comercio.

"Pretendemos hacer un salto cualitativo en nuestras movilizaciones", ha subrayado. Para ello, las plataformas de pensionistas están ya teniendo contacto con diversos colectivos y las expectativas son "bastante positivas".

Finalmente, el representante de los pensionistas vizcaínos ha insistido en que sería "muy interesante" que en el resto del Estado tomaran iniciativas similares para mostrar "una posición de fuerza mucho mayor ante los poderes económicos y, sobre todo, ante el próximo gobierno".

En la protesta de este lunes, una portavoz de la plataforma opositora al G-7, que se reunirá en agosto en Biarritz, ha dado lectura también a un comunicado, en el que ha pedido a los pensionistas que se sumen a las movilizaciones que han convocado durante este verano para reivindicar que "es posible otro mundo" en el que "las pensiones sean un derecho y no un negocio".