Concha Velasco no lamenta sus comienzos y asegura que es «feliz con su presente»

  • Recibe el Premio Málaga en el undécimo Festival de Cine Español en reconocimiento a toda su carrera.
  • Se considera una actriz "vocacional" y "muy camaleónica", que no ha "perdido la ilusión".
  • La actriz se ha mostrado orgullosa de que los Velasco estén empezando "a ser una saga".
Concha Velasco en Málaga.
Concha Velasco en Málaga.
EFE
Concha Velasco en Málaga.

Concha Velasco, que esta noche recibe el Premio Málaga en el undécimo Festival de Cine Español en reconocimiento a toda su carrera, se ha definido hoy como "una actriz de 68 años que sigue en activo y que no lamenta sus comienzos, pero que está también muy contenta de su presente".

En momentos como éste se acuerda de sus inicios y de la gente que confió en ella "cuando era una pobre chica bailarina que se buscaba la vida acudiendo a todas las pruebas".

Pedro Masó, Rafael J. Salvia, José María Elorrieta, Pedro Lazaga, Dibildos, Tony Leblanc, José Luis Sáenz de Heredia, Ozores o Forqué son algunos de los nombres que le vienen a la memoria "de esa etapa en la que hacía seis o siete películas al año en un cine que era muy criticado", pero que le ha permitido ser quien es, según la actriz, que también ha recordado a Josefina Molina.

"Es difícil tener una profesión en la que eres rey mendigo, un día heroína y otro día santa, porque a la gente normal no le pasa eso"
"Le agradezco que cuando estaba haciendo en el teatro 'Yo me bajo en la próxima... ¿y usted?' con Adolfo Marsillach, en la que
los personajes eran arquetipos, una pura caricatura, me ofreciera hacer Santa Teresa y no me dijera que me quitara el lunar, me pusiera los dientes más oscuros ni que no sonriera, sólo que leyera a Santa Teresa y ya hablaríamos".

Se considera también una actriz "vocacional" y "muy camaleónica", que después de tantos años de carrera no ha "perdido la ilusión" y a la que le sigue encantando "estar en el escenario".

"Me encanta ser una mujer normal y corriente en mi vida privada, coqueta, cascabelera y sobreactuada, pero luego soy capaz de la contención en el cine", ha dicho.

Ese amor por la profesión lo intenta transmitir a quienes trabajan con ella, y por eso les repite que "esto que nos pasa no le pasa a todo el mundo".

"Es difícil tener una profesión en la que permiten un día ser rey y otro mendigo, un día heroína y otro día santa, porque a la gente normal no le pasa eso".

Mi sonrisa pretende agradecer a todo el mundo por lo bien que me han tratado, y es además para estar más guapa
La
sempiterna sonrisa que luce pretende "agradecer a todo el mundo lo bien que me han tratado a lo largo de mi vida, y es además para estar más guapa".

Concha Velasco ha tenido también unas palabras para el recientemente desaparecido Rafael Azcona, autor del guión de la que considera "una de las mejores películas" de su carrera, "Pim, pam, pum... ¡fuego!", dirigida por Pedro Olea.

"Ahora que nos ha dejado, que están poniendo sus películas en la televisión y que le oigo opinar sobre el cine y sobre España, pienso qué suerte he tenido de haber hecho una película en la que el guión era de Azcona", ha señalado la actriz.

Los Velasco, una saga

También se ha mostrado orgullosa de que los Velasco estén empezando "a ser una saga", con su hermano que es director de Fotografía; su sobrina Manuela, Premio Goya a la mejor actriz revelación; su hijo Manuel, del que espera "que dirija pronto y me llame para un papelito", y su hijo Paquito, "que hace cortos musicales".

Concha Velasco ha expresado su emoción por recibir el Premio Málaga, después de que recibiera otro premio en este Festival Alfredo Landa el año pasado, cuando la actriz se fijaba "en lo enormemente contento que él estaba y no me podía imaginar que me lo darían a mí".

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