Así lo ha indicado el presidente del comité de empresa, Santiago Paz, en declaraciones a Europa Press este jueves al término de las asambleas de personal.

En ellas, los representantes de los trabajadores informaron a la plantilla de la decisión de acudir a asesores legales para conocer los términos de la operación y si esta es legal. Además, trasladaron la voluntad de presentar alegaciones al contrato una vez este esté en manos de la Xunta.

La plantilla está "hasta el gorro de Ferroatlántica", según ha destacado Paz, de ahí que, en estos momentos, desconozcan si su situación va a ser mejor o peor si la propiedad acaba por traspasarse al fondo norteamericano.

Al conocerse la operación hubo divergencias en el seno del comité, compuesto por cuatro representantes de CGT, tres independientes y seis de la CIG.

En cualquier caso, este miércoles trataron de acercar posturas y optaron por consultar jurídicamente las implicaciones de la compraventa, que Ferroatlántica quiere materializar en el tercer trimestre y que está a la espera de un pronunciamiento por parte de las autoridades de Competencia.