EE UU prohíbe los cruceros y los vuelos privados a Cuba, pero los aviones comerciales seguirán operando

  • Los estadounidenses tendrán prohibido también hacer viajes culturales y educativos de contacto con Cuba.
  • El exilio cubano en Miami muestra su alegría porque el "turismo inmoral" daba recursos a los "represores".
El cubano Yander Alberto Zamora de los Reyes capta el momento en el que el avión presidencial de Estados Unidos aterriza en La Habana.
El cubano Yander Alberto Zamora de los Reyes capta el momento en el que el avión presidencial de Estados Unidos aterriza en La Habana.
Yander Alberto Zamora / EFE
El cubano Yander Alberto Zamora de los Reyes capta el momento en el que el avión presidencial de Estados Unidos aterriza en La Habana.

Los viajes en crucero desde Estados Unidos a Cuba estarán prohibidos desde este miércoles 5 de junio.

Así lo ha anunciado el Gobierno de Donald Trump, que incluye también en esta medida las visitas al país en cualquier embarcación de pasajeros o recreativa (yates) o en "aviones privados y corporativos"; los vuelos comerciales podrán seguir operando entre ambos países.

Se trata de un gran golpe a la economía cubana y a esa pujante industria que había crecido desde el deshielo iniciado en 2014.

Según una portavoz del Departamento de Estado, han decidido mantener los vuelos comerciales porque suelen ser usados por los cubano-estadounidenses para visitar a sus familias en la isla, mientras que los cruceros se usan para hacer turismo. Quieren impedir el acceso del régimen cubano y sus servicios militares al dólar.

En Cuba muchos hoteles son propiedad de compañías controladas por las Fuerzas Armadas y gestionados en régimen de empresa mixta por corporaciones extranjeras, como el grupo Meliá, con sede en España.

El Gobierno de EEUU también anunció que, a partir de este miércoles, los estadounidenses tendrán prohibido también hacer viajes culturales y educativos de contacto con el pueblo cubano, conocidos en inglés como "people to people" y que habían permitido a miles de personas visitar la isla desde el deshielo iniciado en 2014.

Ese acercamiento impulsado por el entonces presidente estadounidense, Barack Obama, y su homólogo cubano, Raúl Castro, facilitó los viajes a Cuba e impulsó el negocio a las aerolíneas y cruceros.

El exilio se congratula

"Estamos muy contentos, esto es por lo que hemos luchado", señaló Orlando Gutiérrez, dirigente de una de las organizaciones más activas del exilio cubano en Miami, que considera que el "turismo inmoral" les daba recursos a los "represores".

El presidente del Directorio Democrático Cubano indicó que su organización y otras del exilio cubano enviaron cartas y mensajes a las compañías de cruceros cuando se autorizaron estos viajes en 2016 para exponer las razones por la que se oponían a ese "turismo inmoral".

Como no obtuvieron respuesta, fueron "por el camino de las sanciones". "Así lo hemos logrado", señaló. A juicio de Gutiérrez, la medida beneficia a los "pueblos de Cuba, Venezuela y Nicaragua", pues los regímenes "represores" de esos tres países están interconectados.

A una pregunta de si esta medida no perjudica directamente a los cubanos que prestan servicios a las líneas de cruceros, señaló que están siendo "explotados", pues trabajan todos para compañías estatales que les "entregan una ínfima parte" de lo que reciben ellas.

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