En la reunión que se celebró el lunes por la noche para abordar este problema, la responsable de la Direcció General d’Atenció a la Infància  i l’Adolescència (DGAIA), Imma Pérez, pidió a los cuerpos policiales (menos a los Mossos, que no fueron) que les den toda la información sobre estos menores. 

 

La ley fija que son los Mossos d’Esquadra los que tienen que entregar los menores de la calle a Atenció a la Infància. Aún así, como los Mossos todavía no han asumido plenas competencias en Barcelona, son la Guàrdia Urbana y la Policía Nacional los que, al detectar menores desamparados en la calle, deben entregarlos a los Mossos. 

 

 

Horas después de que el distrito de Sant Martí pidiera un refuerzo policial se produjeron ayer las primeras detenciones. Simó anunció que, además de policías, también se incrementará el número de educadores de calle en el barrio del Poblenou.

 

 

Una delegación catalana se reunió ayer con una de Marruecos para llegar a algunos acuerdos que reduzcan el número de menores desamparados que llegan a Barcelona. Simó explicó que abrirán un centro de formación laboral en Tánger. En los últimos siete meses, la Generalitat ha detectado 328 nuevos menores en Catalunya y, actualmente, ya hay 563 menores inmigrantes tutelados por Benestar i Família.

 

Atenció a la Infància se encargará   de ellos y comprobará si están desamparados»
Anna Simó Consellera de Benestar i Família