La lucha sobre ruedas de los 'riders' para ganar cuatro euros por pedido

Un rider de Glovo, llevando su pedido en Madrid
Un rider de Glovo, llevando su pedido en Madrid
JORGE PARIS
Un rider de Glovo, llevando su pedido en Madrid

El 4 de febrero de 2018, Madrid se despertó cubierta de nieve tras una de las cada vez más inusuales nevadas en los fríos inviernos de la ciudad. Sin embargo, lo primero que vio Felipe Diez aquella mañana de domingo no fue la nieve, sino un mensaje de Deliveroo, la empresa de entrega de comida a domicilio para la que trabajaba como rider, informando de que cada reparto se pagaría doble ese día.

"Era muy peligroso ir con la bici con la nieve, pero tenía que salir a trabajar porque estábamos en cierre de quincena y necesitaba hacer más pedidos para poder llegar al bonus mensual", recuerda Diez, de 29 años, que trabajó durante año y medio para Deliveroo en Madrid. "Fue una situación ridícula, vergonzosa y denigrante. Iba con la cara y las pestañas blancas y era super peligroso ir en bicicleta".

Felipe Diez, exrider de Deliveroo y activista de Riders x Derechos.
Felipe Diez, exrider de Deliveroo y activista de Riders x Derechos.

Felipe Diez, exrider de Deliveroo y activista de Riders x Derechos.

Aquel día, muchos riders decidieron arriesgarse y salir a pedalear en una buena muestra de las consecuencias negativas de la competitividad a la que han sometido plataformas digitales como Deliveroo, UberEats o Glovo a sus trabajadores. El pasado domingo, un trabajador de esta última se convirtió en el primer rider fallecido en un accidente laboral en España tras ser atropellado por un camión en Barcelona.

Según cáculos del sindicato UGT, estas plataformas dan trabajo a unos 17.000 trabajadores en España a los que les une un contrato mercantil y no laboral. Ésta es precisamente la principal reivindicación de los riders, que son trabajadores autónomos a pesar de que, según defiende UGT, asociaciones como Riders x Derechos o la propia Inspección de Trabajo y Seguridad Social, cumplen los requisitos para ser considerados trabajadores por cuenta ajena.

Deliveroo, que hoy se enfrenta, en un macrojuicio en Madrid, a 532 riders que reclaman ser contratados por la empresa, defiende que «los riders son trabajadores autónomos que ven en Deliveroo una fórmula para obtener ingresos adicionales».

El misterio del algoritmo

La jornada laboral de un rider gira en torno a la aplicación a la que accede con un código aportado por la empresa. Desde allí, la plataforma le asigna una serie de horas semanales, una zona de trabajo, todo ello determinado por la puntuación que el trabajador obtiene en función de diversos factores: la valoración que los clientes hacen de su trabajo, el tiempo que tarda en realizar sus envíos o la disponibilidad que muestra en los momentos de mayor demanda –fines de semana de 8 a 11 de la noche o en momentos de alta demanda, por ejemplo durante los partidos de fútbol o en días de lluvia o nieve–.

Deliveroo defiende que "los riders deciden cuándo y dónde trabajan, pudiendo cambiar de planes cuando lo consideren, y pudiendo trabajar para varias compañías al mismo tiempo", lo que justifica que mantengan una relación mercantil con ellos y no laboral. Diez, por su parte, rechaza que ésta sea la realidad y asegura que "el modelo hace que si quieres conseguir ingresos para sobrevivir tienes que estar siempre disponible en la aplicación, tiene que ser tu prioridad".

La clave está en el sistema de puntuación, que determina el número de horas semanales que la empresa asigna a sus riders. Su funcionamiento es realmente un misterio, como explica el abogado laboralista Manuel Manfort, de la asociación de trabajadores Free Riders. Manfort defiende que las empresas como Deliveroo o Glovo manipulan la puntuación para dar prioridad a los trabajadores que no generan problemas.

"Ellos (por Glovo) dicen que es un algoritmo muy justo y que es todo matemático, lo dudo muchísimo", declara Monfort, que asegura que muchos de sus defendidos denuncian cómo la empresa redujo notablemente sus horas tras haber protestado por alguna circunstancia relativa a sus condiciones laborales. "Tenemos a un trabajador que pidió elecciones sindicales y, desde entonces, le han dado las peores horas a pesar de haber trabajado lo mismo".

"Se convirtió en una locura"

Tampoco existe acuerdo sobre el sueldo neto que perciben los trabajadores de estas plataformas. Según Deliveroo, "un rider prototipo que trabaja 25 horas a la semana, obtiene un ingreso mensual de más de 1.200 euros brutos". A esta cantidad habría que descontarle la tasa de autónomos, el IRPF y el IVA, que corre a cuenta del trabajador. Tras este descuento, Diez asegura que ganaba unos 600 euros netos al mes.

Además, todos los gastos derivados de su actividad corren a cuenta del trabajador, como la característica mochila con el logo de la empresa donde los riders portan la comida, que tienen comprar por unos 60 euros. Desde junio de 2017, los riders de Deliveroo dejaron de cobrar los 8,50 euros la hora que percibían hasta entonces y la empresa empezó a pagarles por pedido algo más de 4 euros.

Según Diez, esto generó un aumento de la competencia que multiplicó los riegos que asumían los trabajadores. "Tuvimos que empezar a saltarnos los semáforos a ir en dirección contraria. Obviamente, aumentaron los accidentes, si enfermabas te ibas a la mierda porque dejabas de competir, se convirtió en una locura". Diez terminó poco después su vinculación con la empresa.

Tras unirse a la asociación Riders x Derechos, asegura que la empresa "estranguló" sus horas hasta que dejó de ser rentable para él. "Como ocurre como casi todos los que nos hemos movilizado, hemos tenido que dejar este trabajo y buscarnos la vida por otro lado porque la empresa actúa de forma éticamente muy reprochable y nos fue echando a dedo", denuncia Diez.

Macrocausa judicial de 'riders' contra Deliveroo

La Tesorería General de la Seguridad Social se persona hoy como acusación contra Deliveroo a raíz de una denuncia interpuesta por Inspección de Trabajo por mantener bajo una «falsa apariencia» de autónomos a 532 de sus trabajadores en Madrid. El juzgado de lo Social número 29 de Madrid determinará si la empresa británica puede seguir manteniendo una relación mercantil con sus riders o si debe contratarlos en plantilla, como defiende Inspección de Trabajo.

"Estas actuaciones son muy complejas porque se trata de muchos trabajadores y tienes que obtener información de buena parte de ellos y, en este caso, se llegó a la conclusión de que eran trabajadores por cuenta ajena", explica María Mercedes Martínez Aso, inspectora de trabajo y portavoz de la Unión Progresista de Inspectores de Trabajo.

Las sentencias hasta la fecha sobre casos similares de empresas como Deliveroo o Glovo en España han sido contradictorias y, según admiten todas las partes implicadas, el conflicto acabará resolviéndose en el Tribunal Supremo, probablemente, dentro de varios años.

"Lo que está claro es que este juicio no va a resolver absolutamente nada porque ya tenemos varias sentencias contradictorias, no solo respecto a esta plataforma, sino a otras en las que unas han considerado que hay relación laboral y otras no", explica Martínez Aso. «Se va a recurrir, tanto por la empresa si no es estimada su pretensión, como por parte de la seguridad social si tampoco, hasta que se llegue al Tribunal Supremo y haya unificación de doctrina. El Tribunal Supremo decidirá", concluye la inspectora.

Sería entonces, si la sentencia del Supremo es favorable a los denunciantes, cuando la empresa deba contratar a los trabajadores en plantilla. En ese caso, las consecuencias no se quedarían ahí. Según Rubén Ranz, portavoz de UGT, que representa a 50 de los riders denunciantes, "si las plataformas digitales aplicasen el convenio de hostelería, tendrían que pagar más de 93 millones al año al Estado".

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