Miranda de Ebro (Burgos) inaugura un centro de interpretación sobre el campo de concentración que existió en la ciudad

  • El Ayuntamiento de Miranda de Ebro (Burgos) ha inaugurado este jueves un centro de interpretación sobre el campo de concentración que existió en la ciudad, el último de la Guerra Civil y que permaneció en funcionamiento de 1937 a 1947.

La muestra, que tiene carácter permanente y que incluye gran cantidad y variedad de elementos además de reproducciones de garitas y barracones, documentos originales y documentos gráficos y audiovisuales, se puede ver en el Centro Cívico Raimundo Porres, han informado a Europa Press fuentes municipales.

Esta iniciativa es producto del acuerdo de presupuestos de 2017 entre el equipo de Gobierno del Partido Socialista y Miranda Puede, que ha contado con un presupuesto de 32.405,05 euros, ha recordado el Ayuntamiento.

El objetivo de este centro de interpretación es dar a conocer la historia del campo de concentración de Miranda y que al mismo tiempo sirva de homenaje a aquellas personas que estuvieran presas en el mismo. El archivero municipal, Carlos Diez Javiz, ha sido comisario de la muestra.

Este centro de interpretación, ubicado junto a la Arteteca del Centro Cívico (en la planta inferior), cuenta con toda la sala rodeada por una alambrada que pretende ser una figuración del perímetro que tuvo el campo, exhibe varias clases de documentos, objetos y archivos gráficos y sonoros relacionados con el campo de concentración. Seis paneles hacen un recorrido por la historia del campo.

También cuenta con una maqueta del mismo, que tuvo una superficie de 42.000 metros cuadrados; tres reproducciones de las garitas de vigilancia; dos figuras representativas, de un preso y un soldado, en tamaño natural, realizadas en exclusiva para este centro de interpretación y una recreación de uno de los barracones a la que se puede acceder y en la que se puede contemplar elementos de la vida cotidiana de los presos, algunos de los cuales donados por particulares y otros propiedad del Ayuntamiento.

También hay material audiovisual como fotografías que existen del campo, recogidas en diferentes archivos españoles y europeos (Archivo General de la Administración de España, War Heritage de Bruselas, Centro Cegesoma de Bruselas) y nueve reproducciones de ilustraciones realizadas por prisioneros.

PUNTO INTERACTIVO E IMÁGENES

Se suma un punto interactivo en el que el visitante puede consultar un álbum fotográfico del campo que se conserva en el Archivo General de la Administración de Alcalá de Henares, así como imágenes de un padrón de habitantes municipal de 1940 en el que aparecen relacionadas todas las personas tanto presas como soldados que en esos momentos se encontraban en el campo de concentración.

Se trata de una información que se encuentra en el Archivo Municipal del Ayuntamiento de Miranda de Ebro y que se puede considerar como excepcional dado que no suelen aparecer estos datos en una documentación municipal.

También se incluye la proyección de un fragmento del documental 'Ecos de la Memoria', producido por la Asociación de Memoria Histórica de Miranda.

El recorrido de la muestra también pasa por tres archivos audiovisuales, en formato entrevista, realizados en su día a Félix Padín, mirandés prisionero en este campo, en los que relata sus vivencias en aquellos días.

Completan la muestra cuatro vitrinas en las que se exhiben documentos varios como expedientes personales de prisioneros, relación de prendas que se entregaban a los prisioneros o informes de la situación del centro realizados por extranjeros (hallado en Max Center Library en Londres).

Asimismo hay documentos existentes en el Archivo Municipal del Ayuntamiento de Miranda relacionados con el campo de concentración tales como una autorización para limpieza del río Bayas realizada por los presos para evitar la acumulación de excrementos generada por el campo, entregas de paja para colchones y comida de animales, oficio autorizando el cobro por el arreglo de un grifo del que se recogía agua, etcétera.

También hay tarjetas postales remitidas por los prisioneros a sus familiares, algunas donadas por el particular mirandés Alberto Otal Sáez y otras del Archivo Municipal; revistas extranjeras con estudios sobre el campo; una reproducción del poema del escritor peruano César vallejo incluido en su obra póstuma 'España, aparta de mi este cáliz', inspirado en la Guerra Civil Española y dedicado al mirandés Pedro Rojas, que luchó y murió en la contienda; y una caja con un ajedrez de madera que incluye en la tapa un dibujo con una escena de la vida cotidiana realizado por el preso Victoriano Titos Almazán, en concepto de donación por parte de Alberto Otal.

Todo ello se complementa con una mesa en la que se puede consultar bibliografía relacionada con los campos de concentración y publicaciones de memorias realizadas presos sobre su vida en aquel periodo.

El centro de interpretación, que dispone también de audioguías (en francés e inglés), folletos y un libro de firmas, abrirá de lunes a sábado de 9.00 a 15.00 y de 17.00 a 21.00 horas y en verano (de 15 de junio a 15 de septiembre) de lunes a viernes de 8.00 a 15.00 horas.

ABIERTO TRAS LA TOMA DE BILBAO

Creado a partir de una orden del Gobierno de Franco, fechada el 5 de julio de 1937 para que albergase a los numerosos prisioneros de guerra que procedían de la toma de Bilbao, el Campo de Concentración de Miranda de Ebro se emplazó en el paraje de la Hoyada, en unos terrenos ubicados junto al río Bayas y a la línea férrea Castejón-Bilbao, ocupando una superficie de unos 42.000 metros cuadrados.

Sus barracones iniciales se construyeron con los materiales pertenecientes al Circo Corzana que estaban almacenados en Miranda desde el inicio de la guerra civil.

La vida de este campo fue la más extensa de todos los que se construyeron en el territorio nacional, permaneciendo en activo de 1937 a 1947, aunque después de esta fecha y hasta 1952 sus instalaciones fueron utilizadas como campamento para la instrucción de reclutas.

Las principales etapas por las que pasó este campo a lo largo de su dilatada historia, dependiendo del tipo de prisioneros que llegó a albergar, fueron tres. La primera de ellas (1937-1944) fue durante el tiempo en el que ocuparon este campo prisioneros republicanos y miembros de las Brigadas Internacionales; en la segunda (1940-1945) albergó a internos extranjeros de los países aliados que entraban a España huyendo del avance alemán durante la Segunda Guerra Mundial; y en una tercera (1944-1947) destaca porque en él se instalaron oficiales y soldados alemanes que escapaban del hundimiento del Tercer Reich.

Con una población media de unos 3.700 reclusos en el campo de concentración mirandés estuvieron recluidas personas pertenecientes a más de 58 nacionalidades distintas.

A partir de 1952 los terrenos que ocupaba fueron recuperados por sus antiguos propietarios y en ellos se instaló un complejo fabril, con la destrucción de todas las edificaciones a excepción de algunos restos que todavía se conservan como el depósito elevado de agua, el lavadero, la base de torre de vigilancia, restos del muro de cierre perimetral y de un pequeño edificio (caseta de guardias) que han sido incluidos entre los bienes protegidos del Plan General de Ordenación Urbana.

Estos restos han sido recuperados y consolidados en 2006 por la Escuela Taller.

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