Henri Matisse y Pablo Picasso son los principales referentes de la vanguardia artística de comienzos del siglo XX que supuso, más allá de una mera revolución estilística, un vuelco en la forma de ver el mundo.
Cuando Matisse murió en 1954, Picasso se declaró heredero natural de sus odaliscas, es decir, de las figuras femeninas recurrentes en su obra. Aunque sus relaciones personales fueran amistosas, los dos convivían y rivalizaban a partes iguales en el círculo artístico y cultural de la época.
Matisse daba importancia principalmente a la preponderancia del color, mientras que Picasso se dejaba llevar más por las líneas y el dibujo, pero ambos coincidan en la pintura como medio para expresar la inquietud artística y social de la época. En cuanto a la técnica, Matisse empleaba los recortes como un elemento innovador en su obra, mientras que Picasso introdujo el collage.
Con estas técnicas, propusieron un nuevo código de lenguaje artístico, creando sus propias señas de identidad. En este encuentro con el público, Carlos Ferrer explicará los paralelismos, desencuentros y anécdotas compartidas para comprender la presencia de uno y otro en el ámbito artístico.
La entrada es libre hasta completar aforo (30 personas). Las entradas (dos por persona) se podrán retirar de la recepción del Centre Pompidou Málaga el mismo día de la actividad a partir de las 09.30 horas.
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