Recambios piratas: estos son los riesgos que corres si los realizas en tu coche

Conviene realizar revisiones periódicas para comprobar que el coche está en perfecto estado.
Conviene realizar revisiones periódicas para comprobar que el coche está en perfecto estado.
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Conviene realizar revisiones periódicas para comprobar que el coche está en perfecto estado.

El coche hay que mantenerlo en buen estado, ya no solo para pasar las revisiones de la ITV, sino por tu seguridad y la del resto de conductores.

A medida que pasan los años las averías que sufre el vehículo suelen ir en aumento y por ello es importante realizar revisiones cada cierto tiempo. Según el Real Automóvil Club de España (RACE), un mal mantenimiento del coche es una de las principales causas de la mayoría de los accidentes.

A la hora de cambiar cualquier pieza del vehículo es importante hacerlo en sitios oficiales o de contrastada credibilidad. Los recambios falsificados en el coche pueden tener graves consecuencias, tanto es así que el riesgo de accidentes se incrementa notablemente.

Según la DGT, estos son los riesgos que corres en función del recambio pirata que realices:

  • Escobillas: unas escobillas piratas reducen la visibilidad del conductor y hacen que aumente la fatiga. Además, se incrementa la posibilidad de soltarse durante la circulación.
  • Baterías: fallos en el ordenador de abordo y menor potencia de arranque en frío. Puede aumentar el consumo de combustible y descargarse con facilidad.
  • Iluminación: reducción de la visibilidad y posible deslumbramiento a otros conductores.
  • Amortiguadores: al no llevar los amortiguadores necesarios puede ser que se reduzca la adherencia de los neumáticos e incluso aumente la distancia de frenado.
  • Sistema de frenos: unos frenos inadecuados pueden fallar en el sistema de frenado y hacer que la distancia aumente.
  • Filtros de aceite: impurezas en el circuito y daños en el motor.
  • Filtros de aire: aumento del consumo de combustible y disminución de la potencia del motor.
  • Filtros de combustible: incremento del consumo y pérdida de potencia.
  • Filtros de habitáculo: menor protección contra gases y partículas dañinas. Olores desagradables.
  • Catalizadores: más riesgo de incendio del coche y daños en el motor.
  • Neumáticos: incremento de posibilidad de reventón y menos agarre al asfalto.
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