Un clavo saca otro clavo. Poco le ha durado la soltería a Tana Rivera, pues la hija de Francisco Rivera y Eugenia Martínez de Irujo ha sido vista con un nuevo chico, Quique González de Castejón.

Si hace nada se sabía por boca de su madre que la joven había cortado con el jugador de pádel Curro Soriano y que estaba con el corazón libre, ahora la hija del torero y la aristócrata parece que no ha dejado de mirar el canal de deportes.

Porque para ir a ver torear a su padre a la Plaza de Toros de Las Ventas el pasado jueves 23 de mayo por la Feria de San Isidro, Tana Rivera acudió de un apuesto joven que es toda una promesa en otra disciplina: el hockey.

Enrique Quique González de Castejón Velilla tiene 23 años y en esa edad (comenzó a los 5 años) le ha dado tiempo a que su nombre ya circule como uno de los golden boys de ese deporte en nuestro país.

El joven que está ocupando los pensamientos de Rivera es madrileño y actualmente compagina su gran pasión con los estudios universitarios de la carrera de Administración y Dirección de Empresas.

Y no es que el hockey sea solo su pasión, sino que es jugador profesional. Y es más: forma parte de la Selección Española absoluta. Él mismo aseguró que era "un orgullo estar con 22 años en la selección" en la entrevista que concedió cuando fue convocado.

Amante de los viajes y del mar, tiene una trayectoria tremendamente envidiable pues ganó la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de las juventudes en el año 2014, mientras que en 2016 fue nombrado Mejor Jugador en el Campeonato del Mundo Sub21.

Hoy en día, juega en el Club de Campo Villa de Madrid y, en la División de Honor masculina van en segunda posición. La relación con Tana Rivera se tendrá que enfrentar a que es muy pretendido en la liga de hockey de Holanda, una de las mejores (si no la mejor) del mund, y que él se deja querer. "No lo descarto para nada", lllegó a decir.

Si se analizan sus redes sociales, se observa que Quique González de Castejón tiene otra gran pasión: las motos. Tiene diversas fotografías en ellas aunque sorprende su habilidad con las triali, con las que va a la montaña y realiza peligrosos y llamativos saltos.

Muy seguidor del Real Madrid (hasta tiene instantáneas con su presidente, Florentino Pérez), el joven siente un amor desmesurado por "fiel compañera": una perrita de 14 años de la que es difícil mantenerle separado.