La Policía inició las investigaciones tras recibir varias denuncias alertando de un repunte de robos en domicilios por el método del escalo principalmente en la zona norte de Granada, sobre todo por la tarde y en alguna ocasión de madrugada, en pisos de no demasiada altura o casas donde no se encontraba ninguna persona o estaban durmiendo.
En varias de las ocasiones los ruidos llegaron a despertar a los inquilinos, que sorprendieron al ladrón robando, momento en que huía saltando por ventanas o balcones. Sobre todo se llevaba dinero, portátiles, móviles y joyas.
El presunto ladrón usaba una bicicleta para desplazarse. Su detención se produjo a raíz de que un testigo informara a la policía sobre la llegada en bici de un hombre hasta una vivienda de la zona norte a cuyas ventanas arrojó pequeñas piedras, probablemente para asegurarse de que los moradores no se encontraban en el interior. Seguidamente escaló varios metros de una pared y se introdujo en el domicilio por un balcón abierto.
A continuación se desplazó por el tejado para acceder a otra vivienda, mientras los agentes ya se encontraban en el lugar y lo observaron trepando por la reja de una de las ventanas, dándole finalmente alcance y deteniéndolo.
El arrestado, que tenía en vigor desde dos días antes una orden de detención dictada por el Juzgado de Instrucción 1 de Granada por otro robo con fuerza anterior, ya ha sido puesto a disposición de la autoridad judicial, que ha ordenado su ingreso en prisión.
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