Los dos presuntos terroristas islamistas detenidos el martes en Melilla serán extraditados a Marruecos en las próximas horas a no ser que entre el material incautado en el registro de sus domicilios -libros religiosos, CDs y discos duros de ordenador- pueda derivarse la apertura de diligencias en España.

Fuentes jurídicas han explicado que el juez de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, ha enviado una petición al juez de Melilla para que celebre una vistilla para formalizar su extradición a Marruecos, donde se les reclama por su presunta implicación en redes de terrorismo islamista y trafico de armas.

Vivían "tranquilamente" en España

Alí Aarass y Mohamed El Bay residían en la ciudad autónoma desde hace varios años y llevaban una vida "normal". Así lo ha dicho el delegado del Gobierno, José Fernández Chacón, que ha asegurado en una rueda de prensa que "no se tiene conocimiento de que Alí Aarass y Mohamed El Bay prepararan algún tipo de acción, ya que en sus viviendas no se ha encontrado ningún arma".Fernández Chacón ha afirmado que los dos detenidos permanecen en los calabozos de la Guardia Civil de Melilla a la espera de que la Audiencia Nacional dé las instrucciones oportunas para su traslado.

Según Chacón, Alí Aarass, de nacionalidad belga y al que se le vincula con el Movimiento de los Muyahidines en el Magreb desde 1982 y se le relaciona con los atentados de Casablanca del 16 de mayo de 2003, llevaba en la ciudad varios años y residía en el barrio periférico de Cabrerizas.

En la misma zona de la ciudad, de mayoría musulmana, también tenía fijado su domicilio Mohamed El Bay, de nacionalidad española y residente en Melilla desde hace aproximadamente 20 años, quien está presuntamente relacionado con una red terrorista que las autoridades marroquíes desmantelaron el pasado febrero.

La Guardia Civil está analizando la documentación que fue requisada en los registros que se efectuaron ayer en los domicilios de los dos detenidos y, según el delegado, se desconoce por el momento si pueden producirse más detenciones. Los dos supuestos terroristas llevaban a cabo una actividad profesional como transportista y peón de albañil.