El líder del PSC en Barcelona, Jaume Collboni, ha ascendido hasta la tercera plaza y ha doblado su representación, de cuatro a ocho concejales, unos resultados "magníficos" que ha descartado usar para facilitar la investidura del republicano Ernest Maragall, que ha ganado las elecciones.

"Seremos fieles y coherentes a los compromisos adquiridos durante la campaña porque para mi es sagrado (...). Dijimos que no haríamos ningún paso, ni por activa ni por pasiva, para facilitar ni auspiciar un gobierno independentista", ha subrayado Collboni en la sede del PSC, donde ha seguido y valorado la noche electoral.

Empujado por el "efecto (Pedro) Sánchez", Collboni se ha resarcido de los resultados que obtuvo en su debut como candidato, en 2015, cuando registró la peor marca del PSC en Barcelona, una ciudad que los socialistas gobernaron durante tres décadas.

"El PSC ha vuelto, el PSC está aquí", ha exclamado visiblemente contento entre los aplausos de la militancia que se ha reunido en la calle Pallars.

Collboni ha llegado a la sala donde estaba la prensa arropado por la plana mayor del partido -con el líder, Miquel Iceta, en vanguardia- y ha iniciado su discurso dando la enhorabuena a Maragall, a quien ha explicado que ha llamado por teléfono para felicitar en persona.

Para el candidato socialista, "los ciudadanos han dicho claro y alto que no hay mayoría independentista" en el Ayuntamiento de Barcelona, donde sí que hay una mayoría "de progreso".

Ante este escenario, ha asegurado que trabajará para que se pongan los intereses de la ciudad "por encima de todo" y primando la defensa de los derechos de los más vulnerables.

Por su parte, el candidato del PSC a la Eurocámara, Javi López, ha destacado la "victoria rotunda" del socialismo en el conjunto de España, en la que ha sostenido que han tenido un peso importante los votos conseguidos en Cataluña.

Entre aplausos y vítores, ha afirmado: "Este es un magnífico resultado que certifica el fin de la travesía por el desierto del socialismo en Cataluña"