Protesta de repartidores de Glovo en Barcelona tras la muerte de un compañero atropellado

Concentración de los repartidores de Glovo.
Concentración de los repartidores de Glovo.
EUROPA PRESS
Concentración de los repartidores de Glovo.

Unos 80 repartidores de Glovo se han concentrado este domingo por la tarde frente a una de las oficinas de la empresa en Barcelona para protestar por la muerte de un compañero el sábado por la noche con su bicicleta, en un accidente de tráfico con un camión de basura implicado.

Los trabajadores, convocados por Riders por Derechos, han prendido fuego a mochilas de Glovo en la calle Pallars y han amontonado sus bicicletas impidiendo el tráfico en la vía. Otros han colocado flores y velas en recuerdo del fallecido.

El portavoz de 'riders' autónomos de España, Mario di Palma, ha anunciado que este lunes habrá otra concentración, a las 12 en la sede principal de Glovo en Barcelona, en la calle Pujades.

La calle ha sido blindada por los Mossos d'Esquadra, donde un repartidor ha sido retenido por intentar entrar a las oficinas "a pedir explicaciones por la muerte de nuestro compañero", informan desde la cuenta de Twitter de Riders por Derechos. Posteriormente ha sido liberado.

La compañía se ha pronunciado sobre el fallecimiento el sábado de un repartidor de la empresa a través de un comunicado difundido por correo electrónico.

En él, "lamenta profundamente la muerte de un repartidor en Barcelona por un accidente de tráfico" y asegura estar colaborando con las autoridades "para determinar las causas de este lamentable suceso". En la nota aseguran que "en cuanto se esclarezcan los hechos iniciaremos los trámites para activar el seguro privado que cubre la actividad realizada por el repartidor en caso de accidente" y ruegan "máxima prudencia hasta que las autoridades resuelvan los hechos".

"Somos los nuevos esclavos del siglo XXI. Trabajamos en condiciones indignas y el cansancio provoca accidentes", ha señalado a Efe un trabajador nepalí que no ha querido dar su nombre pero ha asegurado que conocía al fallecido y que era compatriota suyo.

"Los inmigrantes todavía cobran menos que los nacionales -ha aclarado Javier Morata, extrabajador de la empresa-, porque como no tienen papeles no facturan directamente a la empresa sino que lo hacen a través de intermediarios que se llevan una comisión".

"Somos los nuevos esclavos del siglo XXI. Trabajamos en condiciones indignas y el cansancio provoca accidentes", ha señalado un trabajador nepalí que no ha querido dar su nombre pero ha asegurado que conocía al fallecido y que era compatriota suyo.

"Los inmigrantes todavía cobran menos que los nacionales -ha aclarado Morata-, porque como no tienen papeles no facturan directamente a la empresa sino que lo hacen a través de intermediarios que se llevan una comisión".

Algunos de los trabajadores han colocado flores y velas en la puerta de la empresa y han intentado hacer un acto de recuerdo pacífico, pero otros se han mostrado muy indignados y han tirado las bicicletas en medio de la calzada para cortar la calle.

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