La custodia de Cachas, un West Higland Terrier será acordada por un juez. El motivo es la falta de acuerdo entre sus dueños Carlos y Silvia, una pareja de Valladolid que rompió tras una relación de más de tres años. Se trata de un inusual proceso por la tenencia del animal que habitualmente 'cosifica' el actual Código Civil, pero al que la nueva reforma, actualmente paralizada, confiere la condición de "ser sensible".

La decisión depende ahora de la sentencia que emita el titular del Juzgado de Primera Instancia número 9 de Valladolid, donde este jueves se ha celebrado la correspondiente vista, sin acuerdo entre las partes, a pesar de la advertencia del magistrado del carácter inapelable de su fallo y del consejo previo para que trataran de encontrar un punto intermedio.

"¿Seguimos en las mismas circunstancias? ¡Deberían ustedes alcanzar un acuerdo, seguro que mucho mejor que la imposición de un tribunal. Ahí lo dejo!", ha interpelado el juez a las partes en tono conciliador . Con esas palabras también recordaba la inusualidad del caso y remarcaba que, en contra del Código Penal, el perro es un "ser sensible" y no "una cosa", anticipándose así al proyecto de ley, actualmente paralizado, pero que esta próxima legislatura podría ver la luz otorgando a los animales dicha calificación.

El consejo del magistrado no ha surtido efecto alguno, con lo que se ha celebrado la vista en la que los letrados de los litigantes han mantenido sus posiciones. La letrada de Silvia ha solicitado que continúe la custodia compartida del can, con estancias de quince días en el domicilio de uno y otro y la posterior entrega de Cachas en un centro de peluquería canina, algo que el mismo juez ya acordó como medida cautelar y provisional. Por su parte el abogado de él insiste en la "tenencia exclusiva" del animal por parte de su cliente.

En el transcurso de la vista se ha introducido con elemento nuevo el hecho de que el exnovio, quien ha iniciado una nueva relación, tiene previsto trasladarse a Alicante de forma permanente a partir de julio. Por ello el juez considera que puede dificultar la posibilidad de seguir con la custodia compartida. "Para las entregas, Alicante no está ahí al lado, la cosa no sería fácil".

Sin embargo, la exnovia insiste en que ambos son titulares del perro y que incluso ella, como así ha certificado vía documental, fue la que desembolsó los más de 377 euros por la compra que cargaron en su cuenta y que también ha venido sufragando al 50 por ciento de los gastos de alimentación y cuidados.

En el lado opuesto, el abogado del exnovio rechaza cualquier fórmula de custodia compartida y reclama la tenencia en exclusiva, aunque está dispuesto a abonar a su expareja una indemnización compensatoria.

"Actualmente sigue siendo un bien mueble, y la titularidad del mismo la tiene mi mandante porque así consta en el registro", ha incidido el letrado, quien pese a ser consciente de que 'Cachas' es un "ser sensible", ello no supone que en determinados casos se siga aplicando el régimen jurídico de las cosas. En caso de que el juez optara por la custodia compartida ha planteado que ella se trasladase a Alicante los días que le tocara estar con el can, aplicando una analogía de Derecho de Familia.

La actual pareja del demandado, Diana T, tha declarado como testigo para explicar la cómplice e inseparable relación que 'Cachas' mantiene en la actualidad con su hija pequeña y otro perro de su propiedad con el fin de pedir al juez su titularidad en exclusiva, una vez que se trasladen a Alicante, para así no "desestabilizar" su núcleo familiar.

En su declaración, la testigo ha llegado a sembrar dudas sobre el trato que Cachas recibe por parte de la antigua pareja de su novio. De hecho, ha apuntado que cada vez que llega tras una estancia de quince días con ella, el perro se encuentra muy asustado, "tiembla cada vez que algo se cae al suelo y se mete en la bañera".

Será por tanto el titular del Juzgado de Primera Instancia 9 de Valladolid el que ponga el punto y final a esta peculiar disputa.