A estas alturas ya a nadie debería sorprenderle que Irene Villa siga sacando fuerzas de donde no las hay para persistir en su empeño y objetivo principal: volver a andar. Pero ella lo sigo haciendo.

En el último caso, ha superado una larga intervención quirúrgica tras la que ha regresado a España con el ánimo alto de haber avanzado un poco más en su idea vital.

Todo empezó a mitad del pasado mes de abril, cuando, de camino a Tailandia, donde tenía que impartir una amplia conferencia en inglés con motivo de su profesión periodística, el tornillo oseointegrado en el fémur que le unía hueso y prótesis se partió.

Esta complicación, que podría ser para cualquiera motivo de cancelación de cualquier evento, no evitó empero que Villa acabase lo que había ido a hacer al país asiático, tras lo cual cogió un vuelo y desembarcó en Gotemburgo, Suecia.

Allí, en teoría, se había de someter a una operación sencilla, pero no pudo ser así. Los médicos, al sacar el tornillo roto, vieron que la parte interna también estaba fracturada y que, además, había restos de metal soldado dentro de la cavidad ósea.

La intervención, que duró seis horas, no tuvo el resultado esperado, por lo que no hubo más remedio para los doctores que hacer pasar a Irene Villa por segunda vez por quirófano y esta vez el resultado... no mejoró.

Pero como a la tercera siempre va la vencida, el pasado 14 de mayo volvió a ser operada y, esta vez sí, la cirugía fue un éxito. Un éxito costoso por el buen hacer de la sanidad sueca y del tiempo invertido, que fue de cinco horas en la operación.

Ahora, Irene Villa ya se encuentra de nuevo en España para continuar su recuperación, aunque ya desde Gotemburgo utilizó Instagram para agradecer el apoyo recibido durante todas estas semanas y, claro, durante las operaciones.

"Después de cinco horas de operación y con el teléfono totalmente colapsado, he de utilizar la misma vía que utilicé para pediros vuestra fuerza para agradecer: millones de gracias porque todas esas buenas energías con las que me vine a Suecia han surtido efecto. Emocionada os digo que sí, que según el médico esta vez un tornillo nuevo está perfectamente enroscado y sujeto", contaba la periodista.

"Cuando he despertado de la sedación, el Dr. Branemark ha empezado a moverlo con fuerza y ahí estaba 'mi torni nuevo' sin inmutarse, completamente fijo y sin infligirme dolor como llevaba haciéndolo más de un mes", confirmaba antes de agradecer a su doctor, a Dios y a todos y todas el apoyo recibido y comprometers a "cumplir todas las promesas" que hizo.

Irene Villa se despedía añadiendo que tiene trabajo por delante y que, tanto si habían estado a su lado físicamente como espiritualmente, abrazaba a todos sus seguidores. "¡Ah! Queda un paso muuuuy importante... ¡volver a andar ! ¡Os seguiré contando!, finalizaba.