La actriz Jessica Alba creció en el seno de una familia conservadora y cristiana que, según relata, la presionaba para que no fuera una mujer llamativa a los ojos de los hombres.

Durante una cumbre de salud de Goop, la web de Gwyneth Paltrow, Alba compartió con los asistentes su testimonio sobre una dieta extrema que llevó acabo en sus días de juventud.

Al parecer, dejó de comer para intentar alterar su cuerpo y así ser poco atractiva para el sexo opuesto. "Me sentía avergonzada si era una tentación para los hombres", explica durante su ponencia en Los Ángeles (Estados Unidos).

Alba agregó que sus padres le aconsejaron que no usara vaqueros Pepe Jeans porque "le marcaban las curvas y el culo". Sus problemas con la alimentación resurgieron cuando comenzó a trabajar en Hollywood. "Volví a adelgazar cuando me convertí en actriz porque prefería tener un aspecto más masculino para no acaparar tanta atención sobre mi físico", explica.

Sin embargo, encontró la paz consigo misma después de convertirse en madre. "Dar a luz y alimentar a un bebé ha sido lo mejor que he hecho en mi vida", comenta la estrella que tiene tres hijos con su marido Cash Warren. Y añadió: "Entonces, finalmente acepté mi cuerpo como mujer".

La actriz de Sin City decidió abandonar la iglesia debido a las creencias contradictorias sobre los derechos de los homosexuales y el sexo prematrimonial.

"Los hombres mayores me golpeaban, y mi pastor me dijo que era porque usaba ropa provocativa", según reveló la actriz hace tiempo en una entrevista con Elle. "Hizo que sintiera que era mi culpa: me avergonzaba de mi cuerpo y de ser mujer", concluyó.