Personal de educación infantil protesta contra el convenio, "que no avanza lo suficiente y perpetúa la precariedad"

  • Profesionales de educación infantil se han manifestado en València para protestar contra el convenio laboral de enseñanza privada de cero a tres años, que establece un salario de 930 euros al mes, por considerar que "perpetúa la precariedad" y que "para el tiempo que lleva en el congelador, no avanza lo suficiente".

Igualmente, creen que ese acuerdo no garantiza "la dignidad de las trabajadoras", según ha afirmado la secretaria general de la Federación d'Ensenyament de CC OO PV, Xelo Valls.

La protesta -convocada este martes en el ámbito estatal para mostrar rechazo al convenio, que está previsto que se firme mañana- se había programado en la Comunitat Valenciana en las ciudades de Elche y València. En esta última, los trabajadores han realizado una manifestación desde el Parterre hasta la Plaza de la Virgen, donde ha leído un manifiesto denunciando el acuerdo, que han calificado de "nefasto".

"El sector, que se acoge al convenio de enseñanza privada de cero a tres años, ha estado durante siete años con los sueldos congelados. Consideramos que para la formación y responsabilidad que exigen estos puestos de trabajo, un sueldo por debajo de los mil euros no se corresponde a que sea un trabajo con dignidad", ha reivindicado Valls.

De este modo, ha señalado que "después de la oferta que hay encima de la mesa de las patronales y que otras organizaciones sindicales se están planteando firmar, CCOO considera que, para el tiempo que ha estado en el congelador, no avanza lo suficiente".

La formación sindical también ha incidido en que este sector, formado por "un colectivo totalmente feminizado que realiza actividades educativas básicas en esta etapa", padece además "un alto índice de temporalidad y precariedad, sin regulación del tiempo de atención directa".

"CONDICIONES DIGNAS"

Asimismo, ha apuntado que "este servicio es fundamental para asegurar la conciliación de la vida persona, laboral y familiar de las familias que tienen a sus hijos e hijas en estos centros" y que "es necesario el reconocimiento pleno del carácter educativo, emocional, social y en competencias de la etapa y para ello hacen falta condiciones dignas para el personal".

Por otro lado, han insistido en que "el 90 por ciento de los trabajadores afectados son mujeres, en su mayoría educadoras con titulación de maestras de educación infantil -título de grado universitario- o técnico superior de educación infantil -Formación Profesional de Grado Superior-, aunque también hay otras profesionales como cocineras o limpiadoras, cuya labor es fundamental en el buen funcionamiento de estos centros".

"TRABAJADORAS POBRES"

"Nuestras condiciones de trabajo son muy precarias. Lo han sido desde hace muchos años, pero se han agravado todavía más con el paso de la crisis económica. Hemos sufrido una congelación salarial durante siete años continuados, partiendo de unos salarios ridículos que no nos permiten desarrollar una vida independiente y digna, con los que es imposible tener un proyecto de vida si no es porque otros miembros de nuestra familia aportan otro sueldo", critican en su manifiesto.

A este respecto, las manifestantes han asegurado que solo con su sueldo "no pasan de ser trabajadoras pobres" ya que sus ingresos "no superan el umbral de la pobreza establecido por organismos internacionales". "Y eso en el mejor de los casos, ya que muchas de nosotras tenemos contratos temporales y a tiempo parcial", han añadido.

Sin embargo, también han denunciado que "la precariedad no es solo económico", sino que también "otras condiciones como el tipo de contratación de algunas compañeras (a las que se despide en junio y se las vuelve a contratar en septiembre) o el tipo de jornada, sin regulación que limite las horas de atención directa a los niños, realizar formación".

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