Coartada para estar en los vestuarios mientras sus compañeros jugaban, tenía. Puesto que antes del inicio del partido manifestó que se encontraba indispuesto, quedándose en el vestuario. En el momento del descanso sus compañeros comprobaron que les faltaban varios objetos y se negaron a seguir disputando el partido, pensando que los robos habían sido cometidos por personal cercano al equipo ceutí.

Las amenazas con llamar a la Policía para que hiciera acto de presencia en el lugar y detectara quién era el caco, provocaron que el susodicho confesara ante los presentes, de ambos equipos, que había sido él, sacando los móviles y el dinero de su propia mochila.

Al final el partido terminó con la victoria del San Agustín por 4 a 1 y con un notorio malestar en las filas del equipo visitante que tuvo que volver a su casa con derrota y con 'caco' frustrado incluido. La Policía no tuvo que intervenir pero sólo mentarla sirvió para resolver el caso.

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