Sólo hay una solución para el grupo de viviendas 29 de Octubre: el derribo. Y los vecinos, según los cuestionarios individuales que han ido formalizando para el último informe, están de acuerdo.

La mayoría resplada la demolición por completo del barrio para construir un espacio nuevo. Eso sí, que no les cueste mucho.

El estudio socioeconómico, terminado hace a penas una semanas, revela que el 86% de las 570 familias que viven allí tiene ingresos, además de que el 52% tienen menos de35 años y otro 20% tienen menos de 50.

Según esto, podrían permitirse mejorar las condiciones de sus vivienda a bajo coste.

La idea es que el Ayuntamiento les cambie metro por metro. Si sus casas tienen una media de 47 metros cuadrados y quisieran cambiar a un piso nuevo de 60, solo deberían pagar la diferencia de esos 13 metros, a precio de VPO. Eso sí, las nuevas tendrán garaje y trastero.

En busca de alternativas

Para que la operación salga adelante, el Ayuntamiento estudia varias posibilidades de financiación que permitan reducir los costes. Una es declarar la zona como ARU (Área de Renovación Urbana), algo así como un ARI de La Rondilla, pero a lo grande.

Otra posibilidad es hacer más viviendas de las actuales, unas 700, para obtener rendimiento y al mismo tiempo atraer nuevos vecinos que den otro aire al barrio

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