Antoñanzas ha negado así los argumentos de los que dicen que los vehículos eléctricos utilizan energía cuya generación contamina más, que la demanda de esos coches generarán un problema de suministro, que la infraestructura de recarga tiene que hacerse ahora antes de comercializar los vehículos o que se tarda demasiado en cargarlos. Miguel Antoñanzas ha querido desmontar esos argumentos en su discurso inicial en una jornada sobre movilidad sostenible y autoconsumo que ha organizado en Oviedo el Club Español de la Energía con la colaboración de la Federación Asturiana de Empresarios y el patrocinio de EDP.

En relación a la contaminación que se produce al producir electricidad, ha explicado que el 58 por ciento de toda la producción en la Unión Europea es sin emisiones y que el 93% de la población tiene acceso en Europa a día de hoy a un punto de recarga con energía renovable.

También considera falso que vaya a haber problemas de suministro, ya que las compañías de generación eléctrica, ha asegurado, ya están haciendo importantes inversiones no sólo para el vehículo eléctrico sino para desarrollar diferentes capacidades para atender el "creciente dinamismo de la red".

En cuanto a los argumentos de quienes dicen que es necesario hacer primero una infraestructura de cargadores antes de comercializar los coches, Antoñanzas ha dicho que ese debate "no tiene sentido" ya que ya se ha desarrollado una suficiente infraestructura de carga en casi todos los países, que resulta suficiente. "En los más avanzados los usuarios realizan la carga en su casa o en su puesto de trabajo", ha comentado. Ha afirmado que a 31 de diciembre de 2018 había 150.000 puntos de recarga en Europa.

Por último, el directivo también ha rechazado el "mito" que se opone al coche eléctrico porque cargarlo dura demasiado. En este punto ha dicho que es posible tener en casa un cargador "de pared" que permite recargar en seis horas, por ejemplo por la noche, cuando el coche está aparcado. Pero en la estaciones de servicio, ha añadido, ya hay servicios de carga rápida que duran veinte minutos y para "los más impacientes" también existen cargadores ultrarrápidos que cuya carga dura ocho minutos.